19 septiembre, 2007

Real-mente.


Este post se lo dedico a un amigo o colega o coleguilla (no recuerdo bien en qué graduación quedamos al final) que salió un día con ganas de surcar el mar y llegó hasta Brasil. Y desde ahí nos deleita con imágenes de atardeceres y amaneceres en Jericoacoara.

Lo importante del post es esa pedazo de foto. Y que sepamos que los paraísos (al parecer) existen. Y que no es un anuncio de Ray-Ban, sino que es gente de verdad, como tú y como yo. Si esto lo escribiera una amiga mía seguro que diría: El tercero empezando por la derecha está super bueno de la muerte mortal. Yo es que soy miope, y por mucho que intente aumentar los píxeles nunca se me ha dado bien la fotografía.

Ahí queda eso. Que sepas que hoy nos hemos acordado mucho de ti por aquí, no sólo por las fotos, por ese regalo color browning que nos dejaste con cariño. Nosotros también te queremos. Un abrazo, desde el otro lado del mar. Disfruta-te!!

3 comentarios:

Browner dijo...

Menudas vistas desde el bar (porque seguro que no estaba muy lejos).
La verdad es que estar delante de semejante atardecer hace que merezca la pena pegarse 10 horas de avión.
A disfrutar, que luego nos tocará a otros, jeje

Anónimo dijo...

Yo también quiero disfrutar y descubrir nuevos paraísos!!!!!!!!!!!!!!!!

Musa Sosa dijo...

Browner, jajaja, es más, yo le visualizo con el codo apoyado en la barra del bar...

Si con 10 horas de avión se ven estos atardeceres con 12 horas ya...menudas fotitos nos vas a enviar!!! ;-)

Mistinguett, se lo llegas a decir a uno que yo me sé y fijo que te mete en la maleta, aunque tuviera que ir después en calzones todo el día jeje