26 noviembre, 2009

H-inspiraciones (con H-r)

Tiene 5 días. Como las puntas de mi estrella. Como los dedos de su mano. Como los hoteles de postín. Como los sombreros de copa.

Huele a esperanza, a inocencia, a fragilidad, a novedad, a bienvenida.

¿Con qué sueña alguien que no tiene pasado, ni miedos, ni costumbres, ni deseos, ni recuerdos? Alguien que sólo tiene futuro.

Sobre estos temas han discutido muchos durante mucho tiempo (y me consta que siguen haciéndolo). ¿Venimos predefinidos o somos lienzos en blanco? Yo no creo en el destino, por lo que no puedo creer en la predestinación. Aunque confieso que algunas veces, las casualidades resultan tan ridículas que me tienta confiar toda mi suerte al destino y mis acciones a la carga genética.

Somos complejos y frágiles desde el principio. Revestidos de una cápsula uniforme que se expande con nosotros y después vuelve a contraerse. Física y Química. Similitud entre cuerpo y alma.
Los niños y los ancianos se aproximan tanto que te hacen pensar que la inconsciencia, la falta de pudor, la fragilidad, la transparencia, son nuestros estados naturales. Hablar sin tapujos ni rodeos, no guardar formas ni maneras. Lo demás es puro marketing social. Apariencia. Observación y estudio. Ocultación de miedos, de errores, de recuerdos, de fallos. Estética. Decoración e Interiorismo.

Pero necesitamos al menos 80 años para aceptar con vehemencia que no tenemos ningún sentido y no sentirnos por ello derrotados, sino liberados.

23 noviembre, 2009

Campanilla.



A tu hermano le encandila esta canción. Yo sé que le gusta porque le habla de ti. Aunque él nunca lo ha dicho. Es uno de esos misterios que se le escapan del bolsillo mientras sentado pasea los ojos sin rumbo por la habitación. Yo le veo de reojo, saboreando la guindilla de tu recuerdo.

Algunos días abre las manos, sopla y, si me quedo muy quieta, puedo escucharte revolotear a su alrededor; parece que el día se ilumina con tu risa, y todos lucimos más serenos y más contentos.

Sigues con nosotros, Campanilla.

26 octubre, 2009

Tensión: 23. Azúcar: 32.

Me gusta el azúcar en terrones; mojarlo lentamente hasta que cambiaba de color, del blanco inmaculado al marroncito café, rascarlo con la cuchara e intentar echar exactamente medio terrón, volviendo a envolver el restante. Pasaron de moda los terrones. Ahora añado todo el sobre de azúcar, sin pensarlo.
Los juguetes se reinventan. Los niños son iguales. Los de ahora y los de antes. Los de aquí y los de Sebastopol.
Las juergas se reinventan. Las drogas se reinventan. Los métodos educativos se reinventan. Los adolescentes siguen temiendo y buscando sustancialmente lo mismo, desde hace años.
Modas. Pasajeras.
Yo soy sustancialmente la misma. Perdida en mi propia Scary Movie; parodiando escenas de ensueños (o de pesadillas), que resultan ridículas en el plano realidad. Rebuscando en el cajón de los zapatos de mi madre, a la caza del tacón de aguja con el que posar en el espejo; aunque me quede grande, aunque esté viejo, aunque no sepa ni caminar con ellos.
Ayer me quejaba de que faltaba gente por llamarme y alguien me dijo que me había pasado de moda. Me reí. Y después me removí. En el fondo, aunque sólo sea un poquito, hay gente que sabe cómo joderte.
Mantengo mi base; independiente de modas, tallas y edades. Perdiendo. Esperando. Desafiando. Ganando. Retando. Abrazando. Escuchando. Escribiendo. Rodando. Soñando. Bebiendo. Desvariando. Cuidando. Despreciando. Admirando. Sumando. Deseando.

10 septiembre, 2009

Oh, Les amies! - Ole-esa-miss.


El pasado viernes había unas chiquillas del Norte peladas de frío en la estación de San Sebastián. Yo entre ellas. Como os lo cuento.
También estaba MangaRayban, a la que le encantó San Sebastián porque ahí es que no se suda una gota (que ella es muy de acalorarse y de ponerse a ronchas). Al resto nos parecía excesivo el fresco, pero todo sea por celebrar que hace muchos años nos tocó la china y compartir su alegría por un inminente casamiento.

Noche de tapas y cubatas. Día de destemple y sueño. La vida, algunas veces, resulta casi justa. Y es que la noche se nos va de las manos, no sé cómo lo hacemos. El cansancio se evapora al segundo cubata y acabamos cantándole a María Cristina en la puerta de cualquier garito.

Empanadillas, sois como esponjas. Arnette tirando huesos en vez de ramos; ¿Qué harán aquí unos de Huesca con pelucas?. Rayban, la ocupa perdida en nuestra habitación. La artista de nuestras manualidades, que se da al alcohol y se pone a cantar como loca. Y qué decir de nuestra tesorera, que no pierde las cuentas ni aunque sean las 6 de la mañana. Y la mejor sorpresa que pudimos encontrar para Olesamiss; que subió al tren en mitad del recorrido y nos alegró dos días con su compañía.

La gente encantadora, la comida encantadora, la Concha encantadora… con precios que valoran tanto encanto al alza y hacen que el monedero no pare de parir billetes. Pero eso es otro tema.

Y una noche en la que cansamos a MangaRayban. Y eso no pasa todos los días. Así estaba yo al día siguiente; que no sabía si andaba o volaba.

Una experiencia para repetir en la misma compañía, a poder ser aumentada por las paridoras y alguna otra empanadilla físicamente ausente pero todas, en espíritu y brindis presentes.

Si no existiérais tendría que inventaros.

04 septiembre, 2009

Cassettes.


Cuando pierdo la cara B, me quedo con la lista de singles comerciales, métricamente quasiperfectos. Me aburre el compás armonioso y la letra fácil.

Me hipnotiza la voz ronca, el realismo mágico, los niños grandes, los pecados y la incertidumbre. Y todo lo que me hipnotiza, en el fondo, me inquieta.

Cuando escucho al miedo mis músculos se quedan ateridos. Como un gato mojado; esmirriada, quieta, encogida y enclenque.

Cuando decido estar a la altura me pierdo en un mar de nubes prietas.

Cuando busco las riendas sólo encuentro la fusta.

Decido olvidarme y al instante lo olvido.

Elijo pasión y corro con la cuenta de los besos y las patadas, el estropicio y el jaleo, la ácida resaca y la (in)merecida bofetada.

Me envuelvo en una bufanda hecha de brazos, me calmo y casi no tengo frío.
Y hoy estoy contenta porque he recuperado mi contraseña y con ella mi correo y a la empanadilla, que casi se queda huerfana; perdida en este mundo irreal y metadesarrollado la cría, con lo bien que me come y lo poco que me llora. Y lo pequeña que es.
Mañana os contaré la despedida, a mi manera, si hoy lo duermo todo y bien.

23 junio, 2009

Visto lo visto.


Visto lo visto me río de mí y de ti.
Me río de la crisis. De los triunfos y las derrotas. Me río de la intensa marejadilla diaria.
Me río de la ausencia, de la tragedia, del drama. Me río de las pocas ganas y de las carencias.
Me río del deber y del recreo.
Me río contigo.
Me río para mí.

Me pasé de 20.
Me comí la hierba.
Esnifé la comisura de tu sonrisa.
Ví el envés del desierto.
Intuí el vértice del mundo.
Me olvidé del zen, del yoga y del taichi.
Y aprendí a reír.

28 mayo, 2009

El día del juicio.


He perdido la cuarta parte de mi juicio propio. De mi mayoría de edad. De mi madurez. Y duele. Joder si duele. Duele cuando te lo arrancan y duele después, cuando tienes que reponerte.

Duele como cuando pierdes algo intrínsecamente tuyo. Como esas cosas que no te das cuenta de que las tienes hasta que ya no las tienes y entonces es cuando duelen. Y el cuerpo se inflama en señal de duelo y te martiriza el socavón que deja la ausencia y se tensan los puntos que intentan cerrar la herida y puedes degustar el sabor amargo de tu propia sangre.

A merced de las señales de duelo de tu cuerpo. Y de la fortaleza de tu mente. No me siento menos cuerda, ni rejuvenecida. Sólo dolorida y un poco rabiosa.

En la sala esterilizada dijo cuatro el autor, tras el trapo blanco que cubría su boca rosa, tras las gafas marrones que cubrían sus ojos verdes. Lee dos en el informe, recomendación de la auditoría dental. Una, pronunciaron mis labios, decidió mi consciencia. Y esta boca es mía. Agradezco ahora mi cobardía bucal.
Y el ratoncito Pérez ni ha aparecido ni nada. A ver si también le han chivao los Reyes Magos que mi madre va diciendo que soy mayor para esas cosas!

14 mayo, 2009

Atormentada.


Ah!! Tormentada. - Dícese de una tormenta repentina y violenta que te pilla sin paraguas (principalmente en Zárágózá capital).

12 mayo, 2009

Manifiesto de una naranja.


Nuestra piel os asusta.
Nuestro jugo os reconforta.

Nos gusta el sol.
Maduramos despacio.

Nos cortáis por la mitad.
Nos exprimís.
Y después buscáis la otra mitad.
De nosotras mismas.
Como si fuera fácil.
Recomponerse.
Cuando te parten.

No más metáforas a nuestra costa.


Menos amargas que el limón.
Menos dulces que el melón.
Menos frescas que la sandía.
Menos exóticas que la papaya.
Más licuadas que la manzana.
Más vitaminadas que la cereza.



Amamos el Levante que nos crea.
Odiamos la mandíbula que nos tritura.
Tememos el exprimidor que nos aplasta.
Respetamos el paladar que nos aprecia.

27 abril, 2009

Conmiga.


Algunas veces me da por hablar sola. No en plan llevar una conversación, en plan estar pensando en algo y soltar una frase en voz alta. Analizando la situación me he dado cuenta que normalmente la frase que digo en voz alta suele ser autocensura. O autoflagelación. O autosugestión. O autoinsulto. Lo que me conduce a una clara deducción: Estoy hablando conmigo misma. Me animo, me riño, esas cosas. Esto significa que no estoy loca, porque no hablo con un amigo invisible, hablo conmigo y yo estoy ahí y puedo hablar y responder y escuchar o callar; lo que pasa que como estoy pensando algo que no quiero pensar y no sé cómo autoimponer mi criterio al de mis sueños-anhelos-pesadillas-masoquismos varios, intento hacerlo de un modo que rompa el estado mental en el que me encuentro y sea tajante e intransigente conmigo misma. Y ya me he quedado mucho más tranquila. Y ahora vas y lo cascas.

01 abril, 2009

SIM - City.


Estoy rodeada de realidad virtual.
Soy un Sim.
La morena de la derecha; pataleando.

30 marzo, 2009

Supositorios

El embotamiento proporcionado por la congestión en que mi cuerpo ha decidido sumergirse tras un descenso de temperaturas de 10 grados en menos de 24 horas me proporciona un estado de aislamiento en que las noticias se diluyen en mi cabeza mientras disfruto ante el mágico espectáculo de las palabras rebotando en todas las paredes de mi torpe mente.

Un estado de lucidez cercano a la inhalación consecutiva de marihuana.

Y tengo flashes mentales. Y los voy a compartir con vosotros:

Solbes diciendo que la intervención de la CCM es algo necesario pero puntual y que ahora está en las mejores manos. Seguidamente mi culito en pompa entre las manos de mi mamá, diciéndome que estoy en buenas manos, que no me preocupe, que el supositorio es algo necesario pero que es el último y que no lo voy a notar.
Solbes diciendo que no hay que exagerar con el tema de la deflación. Y mi mamá diciendo que no hay que exagerar con el supositorio, que no sea roñosa y a dormir. Y yo con el culo en pompa, andando como un cuatrero hacia mi cama, sabiendo que el supositorio se quedaba ahí, por mucho que suplicara.
Interpretación básica: Solbes me recuerda a un supositorio.
Interpretación semi elaborada: Solbes con un micrófono y algo que arreglar me recuerda a mi madre con un supositorio y algo que curar. La diferencia estriba en que mi madre me curaba con o sin supositorio.
Interpretación elaborada: Solbes debería meterse el micrófono donde yo me metía el supositorio. Y después trabajar un poco. Y sobre todo, no volver a decir que no hay que preocuparse, que cada vez que dice eso me dan otra vez los escalofríos.

19 marzo, 2009

Incontables.

...Y yo me pregunto:
  • ¿Cuántas conquistas necesitas para sentirte un conquistador?

  • ¿Cuánta libertad para sentirte libre?

  • ¿Cuántos fracasos para sentirte fracasado?

  • ¿Cuántos triunfos para sentirte triunfador?

  • ¿Cuántas aventuras para sentirte aventurero?

  • ¿Cuánta seguridad para sentirte seguro?

  • ¿Cuántas respuestas para sentirte sabio?

  • ¿Cuánta vida para sentirte viejo?

Hay tantos conceptos incontables como almas. Tantas respuestas como personas. Tantas personalidades como respuestas. El alma, el placer, la curiosidad, el desarrollo, la motivación… tienden a infinito. A menos que les pongamos barreras. A menos que nos conformemos con rodearnos de algodón y mostrarnos en una vitrina, como la porcelana de Limoge.

La vida provoca sonrisas, y las sonrisas producen arrugas. Propone opciones, y las opciones llevan a los quebraderos de cabeza. Nos hace soñar, y los sueños que se resisten nos provocan insatisfacción. Propone amar, y amar puede conducirnos después al tormento. Vivir es todo eso y mucho más.

Disfrutarlo, valorarlo, sudarlo, rumiarlo. Nuestro ser es la respuesta a todos los incontables. Nuestra alma es infinita e incontable. Como la vida. Aunque intentamos medirla para atender a esa obsesión humana llamada seguridad. Hay horas que nos parecen segundos y segundos que nos parecen horas. Porque también es incontable. Subjetiva. Como nosotros. Sólo depende de ti exprimirte y exprimirla, hasta el orgasmo.

Incontables las carcajadas, las olas y las cosquillas.

01 marzo, 2009

Un Poetazo y una poetilla en prácticas.


Yo no vendo mis zapatos,
y no cedo mi careta.
Formulismos ni contratos,
no busquéis entre mi treta.

No me mudo de planeta
ni me engaño sin motivo,
nunca he buscado vendetta
mecida por mi tiovivo.

Yo sola me dejo expuesta
no emito ningún sonido,
ni me confío a la suerte.

Busco en el cielo respuesta.
Entre los bosques, un nido.
Brilla, mi estrella, más fuerte
.

13 febrero, 2009

Cuentos Chinos.


Me encanta que me regalen buenos momentos. Y estos chicos ya me han regalado unos cuantos. A mi y a algunas de sus incondicionales empanadillas. Ayer, en el Matadero, volvieron a hacernos vibrar. Va por ellos, que suenan así de bien.

10 febrero, 2009

Un. Dos. Tres. Chocolate Inglés. Sin mover los pies.


Uno. Tres días ronroneando. Mirando el mundo acurrucada, con esa indiferencia enigmática y apacible. En cualquier momento me puedo subir a la cortina. O arañar el sillón. Que me conozco.

Dos. Tres semanas pensando que los socabones del asfalto se acumulan en las calles por las que paso a diario. Eso o la ciudad se despedaza por momentos, mientras todo el alquitrán disponible está siendo apisonado en su salida sur.

Tres. Tres minutos pensando en perseguir la luna, como los Tres Reyes Magos siguieron una estrella. Impresionante y especial, iluminando el camino de mi vuelta a casa. Lástima que había olvidado la mirra en la oficina.

Un lugar: La luna.
Un deseo: Equilibrio.
Una canción:


27 enero, 2009

Mimetismo.


Personalidad es lo que creamos mientras vivimos. Tal vez lo único que queda de nosotros cuando no estamos presentes. En mi consciencia se amontonan ráfagas de todos vosotros. De todas esas personas que primorosamente selecciono y con las que comparto los minutos que conforman mi yo más nítido o el más oscuro. Parte de mis creencias, mis pasiones, mis pecados, mis virtudes y mis anhelos son reflejos. Sois vosotros. Parte de mi sois vosotros. Porque yo quiero. Porque os elijo.

Recuerdo ese día que descubrí que hay lugares insignificantes y feos que, en un momento determinado, te recuerdan quién eres y por qué eres así. Del mismo modo que recuerdo esa tarde de domingo en el Borne, elixir de manzana mediante, en que nos dieron las ocho sin previo aviso. Y entendí, una vez más, por qué somos amigas.

Envuelvo mi alma de papel cebolla con vuestro recuerdo. Con pedacitos de personalidades deslumbrantes, cercanas o alejadas por el tiempo. Con pedacitos de almas que pude vislumbrar en una mirada oportuna, con pedacitos que se asombrarían de saber que quedaron en mi. Algunas veces lamo mis heridas con saliva prestada por vosotros. Me encanta mirar a los ojos a las personas que quiero y buscarlas. Soy adicta a las almas que se esconden; tras silencios, tras palabras, tras sonrisas, tras escudos.

15 enero, 2009

Leve.



Hoy es uno de esos día en los que puedo sentir la levedad de mi ser. La intrascendencia de mis actos. Hasta la huelo.


Algo fluye por mis venas que me revela viva, inconsciente, mortal, provocativa, anónima, exquisita, liviana, azul y comestible.


Será adrenalina. O será la fotosíntesis; dos días soleados tras veinte nubosos. Animan.

14 enero, 2009

Mar - e - moto.


Cuatro meses, veintitrés días y quince horas sin verte. Me despedí de ti sabiendo que no podría esperar lo suficiente para volver a tocarte.

Sé que estás frío y distante. Ahora no quieres jugar conmigo, ni mezclarte conmigo, ni acunarme.

Aún así necesito sentarme a tu lado; mirarte, escucharte y olerte. Quiero volver a recorrer tu orilla fría. Antes de que te amanses y deba compartirte con mil personas. Ahora que puedo disfrutar tu cara más solitaria, tu desdén embravecido, mi soledad infinita.

04 enero, 2009

Azul 2009.

Os deseo un 2009 azul brillante. Lleno de locura azul, de emociones azules y de amor azul.

Este año me propongo no madurar sino reinventar. Pasar del azul polar al azul caribe. Buscar en todas las miradas el brillo. Tener la palabra precisa. El silencio cercano. Desterrar la apatía. Brillar y vibrar.