Me encanta que me regalen buenos momentos. Y estos chicos ya me han regalado unos cuantos. A mi y a algunas de sus incondicionales empanadillas. Ayer, en el Matadero, volvieron a hacernos vibrar. Va por ellos, que suenan así de bien.
13 febrero, 2009
Cuentos Chinos.
10 febrero, 2009
Un. Dos. Tres. Chocolate Inglés. Sin mover los pies.
Uno. Tres días ronroneando. Mirando el mundo acurrucada, con esa indiferencia enigmática y apacible. En cualquier momento me puedo subir a la cortina. O arañar el sillón. Que me conozco.
Dos. Tres semanas pensando que los socabones del asfalto se acumulan en las calles por las que paso a diario. Eso o la ciudad se despedaza por momentos, mientras todo el alquitrán disponible está siendo apisonado en su salida sur.
Tres. Tres minutos pensando en perseguir la luna, como los Tres Reyes Magos siguieron una estrella. Impresionante y especial, iluminando el camino de mi vuelta a casa. Lástima que había olvidado la mirra en la oficina.
Un lugar: La luna.
Un deseo: Equilibrio.
Una canción:
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