28 diciembre, 2006

Dreams

Para sonreir. Para recordar. Para olvidar. Para Leti.

27 diciembre, 2006

Réquiem por una muerte anunciada


No dejan de inquietarme determinadas muertes envueltas en el misterio de una vida intensa, al borde del acantilado del que llega a valer más por lo que sabe o por lo que representa que por lo que realmente supondría su muerte.

Hace unos días leí la crónica de una muerte (anunciada, por muchos indicios) que me hizo recordar otras similares, que resultan morbosamente desconcertantes.

Anna Politkovskaya, Bradley Roland Will, Deyda Hydara, Mahmud Za’al (uno de los 163 periodistas muertos en Irak), por citar algunos de los más recientes. Cada uno en una parte del mundo, cada uno con su lucha particular. Todos compartían una profesión, el periodismo. Todos sabían más de lo necesario y todos demostraron, una vez más, que ser valiente sigue saliendo muy caro. Sus muertes se han visto envueltas por la turbia seda de suspense que rodea los cadáveres necesarios para ocultar otras miles de muertes probablemente tan sangrientas e injustas como las suyas.

Muertes en la base de una estructura piramidal, obscena y silenciosa que soporta la cumbre mundial del poder. Rodeadas de demasiadas preguntas y silencios. Inevitablemente pienso en el poder de la información, en el chantaje, en la extorsión, en la existencia de una cúspide de acero. Fría, huraña, secreta, perfumada con la irresistible fragancia erótica del poder. Pienso en la mano invisible de las teorías macroeconómicas, en los finos hilos que manejan esta bola – peonza que es el mundo en el que a veces giramos y otras tan sólo rodamos, en la cruel línea de este hipermercado injusto que es el mundo y que decide quién compra y quién fabrica. En el caballero blanco de la Bolsa. En lo pequeña que soy y lo poco que sé. En la hipocresía de este primer mundo que sabe cuál es el tercero, aunque poco le importa. En la ignorancia sobre dónde se habrá metido el segundo. En la comodidad de pertenecer al sistema y viajar en vuelos turísticos a Kenia, a Cuba o a Bogotá cerrando los ojos, haciendo fotografías. Sin poder soportar el olor de la pobreza, durmiendo en hoteles europeos, viendo paisajes y culturas sin mirarlos, sin intentar ni siquiera entenderlos. Sin tener la capacidad de descifrarlos.

Brindo por el valor, por la valentía y por las mentes abiertas de tantas personas como las que he nombrado. Personas que creen que sí pueden hacer algo más, aunque sepan que probablemente el mundo dejará de existir para ellos y seguirá rodando al antojo de unos pocos, mientras no consigan el apoyo de una pequeña mayoría que quiera abrir los ojos a su verdad y se atreva a preguntarse: ¿esto es la realidad que queremos construir?

Una canción: Séptima Sinfonía (Beethoven)
Un lugar: Cualquiera de los muchos países en los que existen conflictos armados, dictaduras o políticas de terror.
Un deseo: Que una muerte valiente, anunciada e injusta tenga, al menos, el mismo eco televisivo que la de una folclórica.

24 diciembre, 2006

Resacas empanadillas.


Ayer disfruté de una merecida e inevitable resaca física, con todos los síntomas, pero las resacas físicas no tienen nada de especial, son muy llevables con un entrenamiento adecuado.

Las peores resacas son las del alma. Cuando tienes el almita arrugada, que cabe dentro de un cascarón de nuez y la sientes navegando por tus venas. Fue dura la noche, con notición de última hora de esos que hacen que el alcohol se evapore de repente, y te quedas tú sola con un vaso insípido en la mano. Y es que algunas veces la vida te pilla desprevenida y te suelta las cosas a bocajarro.
Alegre y emotiva, pensando invariablemente en el calorcito tibio de mi cama. Pero otro tipo de calor, el ofrecido por ese pelotón de almas errantes y empanadas que son mis amigas me indicaba que me iba a perder uno de los mayores placeres que ofrece la vida. Las conversaciones absurdas, las filosofadas infumables, la risa. El pack de una buena noche en la perfecta compañía.
No cambieis, empanadillas. Y a las que no estaban, se os echó de menos, no lo dudeis, pero siempre se alza un brindis por vuestra compañía.
Una canción: Aurora (Javier Rubial).
Un lugar: Mi corazón.
Un deseo: Un montón de felicidad.

22 diciembre, 2006

El Gordo.


Por fin entramos en la recta final (del principio) de unas fiestas que me emborrachan de nostalgia. Sin evasión posible. Te atrapan en su complejo entramado estés donde estés. No hay escapatoria a su sabor dulzón, acaramelado, hiperproteínico, embriagador. Es como estar en el interior de un algodón de azúcar gigante. Como la sensación producida por el olor de una colonia dulzona a las tres del mediodía.
A pesar de todo, me gusta ver el sorteo de Navidad. Ni siquiera miro los pocos números que tengo, pero me enganchan esos niños con su monótona cantinela. Entro en un estado de semiconsciencia roto en ocasiones por las periodistas, con los intrascendentes comentarios de alguien que tiene que estar tres horas hablando sin nada relevante que explicar.
Y la cara de felicidad del niño cuando saca la bola del gordo. Nada de champán ni cantos enloquecidos. La cara de los niños de San Ildefonso es lo mejor del sorteo de Navidad (Teniendo en cuenta que nunca me ha tocado y las probabilidades de que yo sea una de las que cantan enloquecidamente es escasa). Hasta me emociono. Tonta que es una.
Una canción: Fly me to the moon. (F. Sinatra)
Un lugar en el mundo: El interior de mi PC. (Cariño, he encogido a los niños!!)
Un deseo: Salud! No?

19 diciembre, 2006

Islas para perderse. Fascículo 9: Laputa.


Laputa es el nombre de la isla a la que llega el aventurero Lemuel Gulliver en el tercero de sus viajes, tras haber visitado los reinos de Liliput y de Brobdingnang, en el libro Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift.

Se trata de una isla con dos peculiares características que la han hecho merecedora de su puesto en este coleccionable:

Por un lado, la isla tiene la facultad de ser dirigida en una dirección u otra, ya que está propulsada por un imán orientable de gran fuerza y tamaño, inserto en su base. Por medio de esta piedra imán puede hacerse que la isla suba o baje y se mueva de un lado a otro; ya que el imán posee una fuerza de atracción en uno de los extremos y otra de repulsión en el otro. Poniendo el imán vertical con el polo de atracción hacia la tierra, la isla desciende; pero cuando el polo de repulsión apunta hacia abajo, la isla sube en vertical. Cuando la posición de la piedra es oblicua, el movimiento de la isla es oblicuo también.

Pero la parte que más me gusta sin duda es la concerniente a sus habitantes; científicos e intelectuales, de supina inteligencia y prodigioso saber erudito, que sin embargo no brillaban por su quehacer práctico, y jamás de los jamases llevaban a buen puerto sus continuas discusiones y deliberaciones; crearon maravillas tales como un espejo que permite conversar con cualquier personaje histórico, pero no sabían diseñar bien la ropa. Swift ridiculizaba a los científicos y el razonamiento abstracto, en un momento en que el espíritu científico se imponía en Europa y Newton era el héroe nacional inglés. Los laputanos no miran nunca ni al mundo exterior ni a sus semejantes, sino a sí mismos y a las estrellas.

Estar en isla Laputa tiene que ser como estar dentro de una atracción de feria, y ser el gobernador sería divertidísimo. Que la gente defrauda mucho a Hacienda: posición oblicua y bandazos. Que la gente tiene sobrepeso: subes y bajas la isla, para que al menos den botecitos. Que los vascos quieren la independencia, boca abajo, hasta que entren en razón. Que hay niebla, a subir. Que empieza a faltar el oxígeno, a bajar. Así sí se puede gobernar y manejar a la población. Y eso de los habitantes, tanto mirar hacia dentro y a las estrellas…me resulta familiar. Pienso que algunas veces estamos más cerca de Laputa de lo que pensamos.

No voy a hacer alusiones a su variopinto nombre. A fin de cuentas hay tantas malas putas disfrazadas de señoras respetables que cuando se ve a una puta venir de frente con el nombre completo se agradece que sea genuina.

Una canción: Wild Thing (The Troggs)
Un lugar en el mundo: La cabaña del tío Tom.
Un deseo: Ser gobernadora en Laputa
.

Sinceridad callejera.

15 diciembre, 2006

Ocio, elecciones y libertades

Tras el fiasco de la noche de ayer he decidido unirme a la causa iniciada por las reflexiones, comentarios, observaciones e ideas de blogs como hombre revenido, peibols, huesca, Bio entre otros que he podido leer. Cada una con su opinión, en la mayoría de los casos complementarias y creando una configuración aproximada de los distintos enfoques que se le puede dar al tema.
Yo quiero también expresar mi opinión en este asunto. Creo que el Sr. Elboj y su séquito de gobierno están convirtiendo a Huesca en la ciudad dormitorio de Zaragoza que siempre aborrecemos que digan que somos. Creo que el polígono industrial debería ser INDUSTRIAL y que no se están dando ayudas para crear TEJIDO INDUSTRIAL en la ciudad, porque se la quiere convertir en una ciudad burocrática y sin ningún tipo de problemas de orden.
Llevar el ocio a las afueras significa crear un macro centro de ocio, como existe en muchas ciudades del país. Para mi una muestra más de la alienación del individuo; sitios sin personalidad ninguna, sin historia, sin encanto. Macro centros consumistas. Si lo que se quiere es blindar la ciudad para el descanso se puede también crear un Centro Comercial a las afueras. Y ya tenemos dos sectores fundamentales fuera de juego. Hostelería y comercio. Casi todo para una ciudad de cincuenta mil habitantes.
Una ciudad dormitorio duerme y cuando duermes mueres un poquito. Una ciudad sin ruido, sin bares, sin gente, es una ciudad vacía, a cualquier hora, y eso es una ciudad sin alma. Prohibir es lo más fácil. Cuando se habla de convivencia se habla también de libertad. Creo que no se trata de una medida sólo para quitarse a "cuatro borrachos ruidosos" del casco histórico, creo que es una medida que coharta mi libertad de vida y se ha tomado a la ligera. No ninguneo a las personas que viven cerca de zonas de bares, y apoyo la opinión de Bio respecto al cambio de vecinos y su influencia en todo este tema, pero opino que merece la pena analizar antes de prohibir, crear antes de cerrar, preguntar antes de actuar, discutir y alcanzar un acuerdo que no asfixie la economía de muchos negocios oscenses.
Es mi opinión, y ahí queda. Desmedida? No lo creo, todo empieza poquito a poquito, por un camino que no admite vuelta atrás.

Por tanto mi opinión en la encuesta de Radio Huesca es clara; yo también digo:
NO

Una canción: Menuda fiesta (Greta y los Garbo)
Un lugar: Uno apto para confidencias.
Un deseo: Libertad de pensamientos y de movimientos.

14 diciembre, 2006

Cenas de empresa


La verdad es que ando escasa de tiempo y de ideas imaginativas en los últimos días, pero hoy he sentido la llamada del blog, desde el pozo sin fondo de mi mente o desde el oscuro centro de este agujero negro que es internet (y que, a veces, por qué no reconocerlo, también puede ser mi mente). El caso es que hoy tengo cena de empresa. Qué gran tema para un post poco imaginativo, poco original, poco... poco, en general. Pues sí. Ahí estaremos. A mi corta edad he asistido a cenas de empresa de diferente orden, tamaño y nivel de espectacularidad. Pero estas cenas suelen transmitir, en cierto modo, el espíritu de la empresa y de sus gerentes y el espíritu que a tí te produce trabajar en esa empresa.

Recuerdo la primera de mis cenas de empresa, en una multinacional. Nos llevaron a uno de los sitios más pijos de la ciudad, yo por aquel entonces era todavía una recién licenciada que me tragué, como todos los que ahí tuvimos el placer de trabajar toooodo lo que me dijeron sobre la fulgurante carrera profesional que iba a desarrollar en ella y que, entre otras cosas, justificaba mi nómina inicial. Algún día hablaré ampliamente sobre este capítulo de mi vida. Bien, la cena de empresa era en el Centro Ecuestre, un lugar chic, in, glam, fash, super, ups...bien, impresionados todos, encorbatados, trajeados, con tirantes...espectaculares, pero lo más espectacular nos esperaba en el restaurante.... el menú consistió en unos macarrones de primero, una rodaja de salmón de segundo y helado tres gustos de postre. La verdad es que lo recuerdo porque creo que fue entonces cuando me caí del guindo y empecé realmente a entrar en el mundo laboral de los recién licenciados. La recuerdo con cariño, como todo lo de esa época. Porque por mucho que nos intentaran minar la moral nos lo pasábamos como enanos, creo que nunca me he reído tanto en un trabajo. Bueno, y la disco de después también ayudó a que el salmón no repitiera más...
La segunda cena de empresa no consigo recordarla, la verdad. No sé si aguanté en la empresa hasta Navidad, creo que mi primera y última cena fué a los seis meses de iniciar la relación laboral, asi que sería la despedida. Sin sobresaltos, ni ellos consiguieron llegar a rozar mi alma ni yo conseguí llegar a entender su estructura laboral y gerárquica, fue una despedida necesaria pero insípida. Sin efectos secundarios.
La tercera cena de empresa será parecida a la de hoy. Si sabes dónde sentarte te lo puedes pasar como un enano. Pero eso es un común denominador a todas las cenas de este tipo. Y la gente se emborrachará y siempre descubres facetas ocultas o entiendes determinadas partes de un carácter que no acabas de pillar en frío. Y al final quedaremos los mejores, como siempre...
Una canción: Silencio (Ojos de Brujo)
Un lugar en el mundo: Madeira
Un deseo: Vivir intensamente y con valentía.

11 diciembre, 2006

Trenes de largo recorrido.



Hay días en los que deseas subir al tren sin pensar el destino y marcharte lejos. No mirar atrás y descubrir un sitio donde encajas, como en un inmenso puzzle.

Una canción: Love fool (Cardigans)

Un lugar: Un tren?

Un deseo: Un feliz día para todo el mundo mundial.

07 diciembre, 2006

Mamba Negra.


Hoy he vuelto a correr sin moverme de mi sitio. Mamba Negra y sudor. Combinación perfecta para resetear el disco duro. Chambao para relajar músculos, "Ahí estás tú", cantada al oído; "...déjate llevar por las sensaciones, que no ocupen en tu vida, más las pasiones..."
Es una gran afición correr sin moverme, creo que es la única manera que tengo de correr 20 minutos sin parar....mis amigos no lo entienden, se parten de risa....No sé por qué. Yo creo que cuando corro en el parque me distraego o me pico con la gente que adelanta o me desconcentro y me doy más cuenta de que estoy corriendo...en cambio cuando corro sin moverme, en mi habitación, me abstraego totalmente. Entro en mi película y ordeno ficheros sin preocuparme de más, nu sé...El único problema de este deporte es que no conozco a nadie más que lo practique, es muy solitario. Y tienes que aguantar las mofas y chistecitos varios de todas tus amistades, aparte de alguna mirada rara de algún compañero de trabajo, sonrisilla incorporada. Porque encima yo voy y lo digo, en mi afán por encontrar alguien más que lo practique y me comprenda. Así que ya sabéis, si correis en silencio y necesitais confesarlo, la última empanadilla os entenderá y os recibe con los brazos abiertos.
A fin de cuentas es un modo como otro cualquiera de segregar endomorfinas o serotoninas o una de esas cositas microscópicas que dicen que pasean por nuestro cerebro y son culpables de nuestros estados de ánimo. Pues yo cuando estoy rallada me pongo a correr y me dopo el cerebro y lo veo todo más bonito y más fácil. Está genial.
Sigue el puente colgado de la decisión de última hora de una croqueta, aunque sea de la primera. Croqueta, yo no te voy a amenazar, pero como falles verás cómo unas empanadillas pueden hacer picadillo de una croqueta.
Una canción: Ahí estás tú. (Chambao)
Un lugar en el mundo: Alaska.
Un deseo: Escucharte.

06 diciembre, 2006

Yo - Yo.


Ayer, mientras veía la televisíón, miré a mi madre:

- Mamá, cuando yo nací, ¿te comentaron si habían olvidado un libro de instrucciones en el interior de tu útero?.

Se rió, al menos sirvió para algo mi pregunta.
Y es que, a menudo, me da la impresión de que cuanto más tiempo pasa, menos me conozco. Soy un maravilloso geroglífico egipcio. Me sorprendo, a veces me hago reir y otras no me soporto. Pero soy simpática. Levemente independiente, gruñona, exigente y delicada. Un cóctel molotov que a veces no sé muy bien cómo controlar. Eso sí, mi paciencia tiende al infinito, aunque hay momentos en los que descubro que el infinito no está tan lejos como imaginamos. Entonces mi paciencia empieza a tender a cero. Y tiendo a desobedecerme y nos conocemos las dos y nos caemos bien y vamos de marcha y nos lo pasamos de muerte.

Hubo una época de mi vida en la que un grupo de personas coincidieron en llamarme Ally McBeal; tal vez tuvieran razón. A fin de cuentas algunas veces me sorprende un bebé gigante bailando en el espejo. Y he dado más de un puñetazo mental, y más de un beso, también. Aunque tal vez sólo lo decían porque el traje nos quedaba igual de grande a las dos...

Una canción: Don´t you break my heart slow. (Vonda Shepard)
Un lugar: New York.
Un deseo: Reposición de Ally McBeal, o mejor todavía, nuevos capítulos.

04 diciembre, 2006

¿¿Que el precio de la luz sube cuánto??


Tanta OPA, tanta reconversión, tanto caballero blanco y tantas noticias que no entiende la mitad de la población para acabar en el sitio de siempre. A pagar los cuatro pringaos.
Y es que esto se veía venir, más cuando una gran constructora decidió moverse hacia el sector eléctrico. Ahí ya estábamos todos sentenciados. Ahora ya no sólo no tendremos acceso a la vivienda, ahora habrá que hacer acopio de velas. No os quejéis, el déficit es del 30%, pero claro, si subían las tarifas un 30%...pues la cosa se pondría más fea que con un 10%. Poco a poco, que así tragamos mejor. Como con el suelo.
Lo peor es que como las velas ahora también son de diseño, que quedan más chic, pues también valen una pasta. Pero bueno, siempre quedan las teas.
Ni medidas macroeconómicas ni microeconómicas ni déficit tarifario, sólo alguien que me explique llanamente por qué me da la impresión de que me están tomando el pelo, por favor.
Querido Joan Clos, Ministro de Industria, ex alcalde de Barcelona, creo honestamente que está usted más pendiente de arreglarse el tupé que de pensar. Grandes políticos se ciernen sobre nuestras cabezas.
Y yo me pregunto, ¿por dónde continuará esta vez la especulación?
Una canción: El calor del amor en un bar (Gabinete Caligari)
Un lugar en el mundo: La torre Eiffel.
Un deseo: Pasádlo bien, piltrafillas.

03 diciembre, 2006

Gente.


Hay gente que con solo decir una palabra

enciende la ilusión y los rosales;

que con solo sonreír entre los ojos,

nos invita a viajar por otros mundos

y permite florecer todas las magias.

Hay gente que con solo dar la mano,

rompe la soledad, pone la mesa,

sirve el puchero, coloca las guirnaldas;

que con solo empuñar una guitarra

te regala una sinfonía de entrecasa.

Hay gente que con solo abrir la boca,

llega hasta los límites del alma,

alimenta una flor, inventa sueños,

hace cantar el vino en las tinajas.

Y se queda después como si nada.

Y uno se va de novio con la vida,

desterrando una muerte solitaria,

pues sabe que a la vuelta de la esquina,

hay gente que es así, tan necesaria.

Hamlet Lima Quintana

Cuando nadie me ve.


A veces me elevo,
doy mil volteretas
a veces me encierro
tras puertas abiertas
a veces te cuento
por que este silencio
y es que a veces soy tuyo
y a veces del viento.
A veces de un hilo
y a veces de un ciento
y hay veces, mi vida,
te juro que pienso:
¿por qué es tan difícil
sentir como siento?
sentir ¡como siento!
que sea difícil.
A veces te miro
y a veces te dejas
me prestas tus alas,
revisas tus huellas
a veces por todo
aunque nunca me falles
a veces soy tuyo
y a veces de nadie.
A veces te juro
de veras que siento,
no darte la vida entera,
darte sólo esos momentos
¿por qué es tan dificil?...
vivir solo es eso...
vivir, solo es eso...
¿por qué es tan difícil?
Cuando nadie me ve
puedo ser o no ser
cuando nadie me ve
pongo el mundo del revés
cuando nadie me ve
no me limita la piel.
Te escribo desde los centros
de mi propia existencia
donde nacen las ansias
la infinita esencia
hay cosas muy tuyas
que yo no comprendo
y hay cosas tan mías
pero es que yo no las veo
Supongo que pienso
que yo no las tengo
no entiendo mi vida,
se encienden los versos
que a oscuras te puedo,
lo siento no acierto
no enciendas las luces
que tengo desnudos,
el alma y el cuerpo.