¿Soy la única persona que va a adelgazar en Navidad?. Me voy a comprar un tapón de corcho, a ver si así dejo de desintegrarme de la forma menos glamourosa, sensual, elegante y misteriosa que existe.
Llevo tres días metida en una especie de narco-cápsula. Hoy he vuelto a trabajar, aislada del mundo en mi estado de letargo existencial.
Esta mañana mi médico de cabecera me ha recomendado manzana en vez de uva para Nochevieja. Y yo, con los restos del humor que no se me ha esfumado por las cloacas de la ciudad, he preguntado: De cotillones ni hablamos, no?
Me ha mirado desde el otro lado de sus lentes, con esa sonrisilla cargada de ironía, para decirme: Tú verás…
Así las cosas, creo que este año el cotillón me saldrá barato, para qué os voy a engañar...