30 agosto, 2007

Islas para perderse. Fascículo 15. Isla de Pascua.



La isla de Pascua, denominada por los antiguos habitantes de Tahití isla Rapa Nui (isla grande) es una isla de Chile situada en la Polinesia, en medio del océano Pacífico.

Superficie: 163,3 km cuadrados.
Población: 3.791 habitantes.
Capital: Hanga Roa (único núcleo poblado existente).
Declarada en 1995 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Dos son las características principales que hacen a esta isla destacar sobre las demás; la belleza de sus paisajes naturales y el misterio que envuelve a su ancestral cultura, de la etnia de los Rapa Nui.



Los únicos vestigios de esa cultura corresponden a enormes estatuas conocidas como moais; estatuas inmensas construidas por los primeros habitantes de Rapa Nui para inmortalizar a sus ancestros. Visitando la cantera es posible reconstruir el método de creación, pero en lo que no existe consenso es en el método de transporte hasta la costa. La tradición oral sostiene de que los moai caminaban conducidos por la fuerza del mana, poder mental proyectado por los sacerdotes y hechiceros.

Entre los mitos más importantes encontramos, el mito de la llegada del pueblo Rapanui desde el continente de Hiva
, el culto al dios Make-Make, que está representado en Isla de Pascua como el creador del mundo, y el posterior culto al Tangata Manu (hombre pájaro).

El volcán Terevaka, que con sus 530 m representa el punto más alto de Rapa Nui ofrece, en un día despejado, una vista de 360 grados desde donde el horizonte parece curvo. Probablemente, cuando observaban el universo desde este punto, distante 2.000 km del trozo de tierra más próximo, los primeros habitantes de la isla encontraron inspiración para bautizarla como Te Pito o Te Henua, El Ombligo del Mundo.

Cuando el sol caliente, busca cobijo bajo las palmeras de playa de Anakena. En ella podrás disfrutar de una arena blanquísima y sumergirte en las aguas turquesas del Pacífico

Si hay algo con lo que mi subconsciente, jugando con mi desconocimiento, relacionaría Chile, sería con leyendas. Si practicase la generalización y etiquetado de personas (pobre deseo de simplificación que sólo define a quien lo utiliza) todos los chilenos serían para mi supersticiosos, grandes narradores y muy aficionados a los mitos.

Por ello la isla de Pascua me parece un estigma de su cultura y de su carácter.

Seduce su halo mágico, invita su rostro salvaje, interesa su fondo mitológico, absorbe su perfil misterioso. Parece que puedas encontrar algo más que lo que ves, algo más que lo que sale en las cámaras, algo más que lo obvio. Algo que se esconde detrás de las piedras o quizás dentro de ti mismo. Como en un libro de Isabel Allende. Como el perfume y las formas que debe ofrecer Valparaíso para mí desde que ella me lo dibujó con palabras.

Un lugar: Te Pito (pi – pi)
Un deseo: Pito – te
Una canción:
Something stupid (Frank and Nancy Sinatra)

4 comentarios:

Zeivia dijo...

Tengo un libro bastante gordete que habla única y exclusivamente de esta isla. Es un paraje verdaderamente bonito a la par que interesante. ¿Cuando vamos?

1 besico empanadilla

Musa Sosa dijo...

Javier, haz la maleta, que salimos mañana!

Anónimo dijo...

¿Cómo? ¿El ombligo del mundo es Tu Pito? Por fin entiendo la mente masculina. Yo creyendo que eran unos egocéntricos y simplones y resulta que la cultura se les sale por las orejas¡¡
Por otro lado, sí que suena mágico, y majico.

Musa Sosa dijo...

Jaja, Dulcinea, yo sigo pensando que la mente masculina tiene cierta tendencia al pitocentrismo...