30 septiembre, 2006

Islas para perderse. Fascículo 4. Formentera.


No descubro hoy ningún tesoro oculto. Probablemente muchos de vosotros habreis estado en Formentera. Fue cuando vi Lucía y el sexo cuando me enamoré de ella. De la luz, de las playas, del viento, de la bicicleta, del desolado paisaje, de la lejanía, de la quietud, del color de sus aguas. Me conquistó también esa idea, absurda: "La isla no está unida a la tierra por ningún sitio, navega por el mar y se mueve con él; por eso, los días de mar brava la gente que vive en la isla se marea". Me encantó, me traspasó, me identificó.

No he estado nunca, pero estaré. Me moveré con ella y espero sentirla sin el sabor descafeinado que, algunas veces, corres el riesgo de encontrar en los deseos largamente anhelados. Cuando deseas algo con firmeza siempre pienso que no puede defraudarte, porque tu cerebro crea un velo en tus ojos que hace hermoso cuanto miras.
Médem consiguió crear la luz perfecta a mis ojos. Paz consiguió ponerle cuerpo a mi aventura, un cuerpo muy bonito, por cierto. Y el repleto baúl de mis deseos encontró otro vestido que guardar, esperando el día de su estreno. Iré sola o acompañada, triste o feliz, desconcertada o centrada, buscaré la respuesta o sólo el silencio, pero iré a mecerme con ella. Iré a dejar que sus olas resbalen por mis pies, mientras miro el horizonte y el sol se adentra en mi mente.
Hoy no hay bromas ni guiños en mi elección, hoy el ciberespacio vuelve a ser un lugar perdido o el aliado que calla todo y todo lo soporta. Dudo que muchos hayais conseguido leer hasta aquí sin dormiros, los que lo hayais hecho es que también os cautivó Lucia y el sexo o que os habeis pillado una juerga en Formentera que estais flipando con lo que se puede escribir de la isla sin conocerla. Un beso de regalo, hombres y mujeres osados e inconscientes que pensábais encontrar algo interesante en las últimas líneas.
Una canción: David el gnomo (Hilario Camacho)
Un lugar en el mundo: Aún tienes dudas?
Un deseo: Que los deseos se cumplan siempre, y que nunca nos defrauden.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Formentera, Formentera,...más que la isla en si, lo que atrae es la calma y la tranquilidad que obtienes allí lo cual hace que todo el mundo se reencuentre a sí mismo...Igual que cuando te comentaba que perdieses la mirada un momento en el mar, sin darte cuenta estarias totalmente relajada.
Besos y cuidate...

Musa Sosa dijo...

Mistinguett, cuento contigo, nos encontraremos en Formentera, aunque no haya piratas ni tesoros escondidos.

Último español, y yo que conozco a unos cuantos que no es que no crea que no se van a reencontrar en ningún sitio, es que creo que ni se conocen a si mismos....jeje.
Me relajaré, me cuesta pero a veces hasta lo consigo y todo. Besos.

HombreRevenido dijo...
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HombreRevenido dijo...

La isla de Médem, es en sí misma, el tesoro. Yo también quiero ir.
Aunque esa isla no exista en la realidad.

¡Bah! como si eso fuera un problema...

Musa Sosa dijo...

Entonces Médem es el pirata de la isla del tesoro... Se lo tengo que decir a Mistinguett, se va a poner super contenta.
Sería peor que existiese en la realidad y nadie hubiese soñado nunca con ella. Seguro.