19 noviembre, 2007

Frío.



Helada tengo la cabeza con estos fríos invernales.
Cuando he salido esta mañana de la cama se me ha colado una corriente de aire por algún poro abierto a deshora y ahora se pasea por mis huesos y ando encorvada, como Quasimodo. Los pies a la misma temperatura que las balsodas que pisan. La temperatura que desprende mi nariz al presionarla levemente es el mejor indicador de la corriente neuronal; hoy indica poca actividad, creo que todas mis neuronas están persiguiendo feromonas para hacer con ellas una hoguera (al parecer las feromonas prenden con facilidad y proporcionan un fuego cálido, con un olor neurológicamente embriagador.)
El caso es que estoy destemplada. Con pocas ganas de estar donde ahora mismo me encuentro y muchas ganas de largarme de paseo por el mundo, a un sitio cálido y acogedor. Como una isla tropical, o como un abrazo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No puedo llevarte a esa isla tropical pero sí puedo extender mis brazos y darte unos de esos abrazos que se dan con ganas, pero sin llegar a ahogar...virtualmente te dará calor.

Zeivia dijo...

Empanadilla... que si necesitas un abrazo... se te da sin problemas, jeje.

La verdad es que hace un frío tremendo... en el cuarto de baño del trabajo creo que ya estan habitando un grupo de pingüinos. Que ya veras tu.. como tengamos que hacer "aguas menores" igual nos empalamos con las estalagmitas. MMmm... ya empiezo casi a soñar con tomarme un bonísimo y calentito chocolate con churros. TE apetece??

UN besito Empanadilla

Musa Sosa dijo...

Un abrazo virtual, resulta virtualmente acogedor. Muchas gracias último español.

Javier, el chocolate con churros tiene buena pinta, casi casi como un daikiri en La Habana jeje. Gracias por ese abrazo!