19 octubre, 2007

Islas para perderse. Fascículo 16. Madagascar.


Imaginemos que la Cordillera Pirenaica comienza a resquebrajarse y sus cumbres se parten por la mitad. Supongamos después que, en el avance producido por el efecto empuje de la ruptura, en vez de chocar con África por el Estrecho de Gibraltar, las placas tectónicas estuvieran dispuestas de tal modo que España se desplazara hacia el Oeste (dícese hacia el Atlántico) convirtiéndose en una isla en un extremo del Atlántico. Quedando España separada de Francia por un Estrecho, llamemosle "Estrecho de Francia".

Bien, en ese supuesto podríamos decir que España sería a Europa lo que Madagascar es a África. Porque Madagascar, antes de isla fue parte del continente africano (que viene a ser lo mismo que ser cura antes que fraile.) Vamos, es una tierra que sabe tanto que un día decidió que le dieran por saco a ese continente de locos, que ya valía de tanta guerra civil y tanta mina de diamantes y que a cascala todos. Y se separó del continente; en un ejercicio del derecho de Revolución Geológica (como se entere de esto Carod Rovira coge un serrucho y en dos años Fraga tiene playa).

Pero no paran ahí las similitudes, además Madagascar tiene una superficie de 587.041 km cuadrados (con una densidad de población de 31 hab/km cuadrado) y España tiene 504.645 km cuadrados (con una densidad de 89,4 hab/km cuadrado; dónde va a parar, todos tan apretados, luego que hay problemas de convivencia; cuando se produzca la Revolución Geológica en España que no olvidemos tirar alguno por el Aneto para abajo; porque el Aneto se viene con nosotros).

Por otra parte, Madagascar cuenta con una República parlamentaria, así que, en el caso de España a Su Majestad habría que llevarlo a Baqueira y decirle que esquiara para el Norte. Eso sí, a Leonor nos la llevamos que la cría es mu guapa y mu salá. Y Trepizia se viene aunque sea a nado, que después de encontrar un príncipe debe joder mogollón que se quede sin Reino donde ejercer.
El presidente de Madagascar se apellida Ravalomanana, que le da como un toque exótico (los asesores se llaman Balú y Pumba.)

Y eso es todo. Por lo demás hace calor, hay muchas especies de bichos diferentes y raros, hay plantas, playas, vamos, lo que se viene criando en la tierra cuando le pones encima un clima tropical y le reduces la densidad de población. Mu majo dicen que es. Yo me lo creo. Majo.


Get this widget Track details eSnips Social DNA

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues si hace calor, allá que nos vamos. Por las especies de bichos raros, no preocuparse, por aquí ya tenemos unos cuantos...

HombreRevenido dijo...

Voto por la separación peninsular, con un poco de impulso podríamos llegar al trópico y eso sería (suspiro)perfecto.

La densidad nos va bien. Donde hay multitud hay roce, y donde hay roce hay cariño.

Musa Sosa dijo...

Mistinguett, no sabemos a cuál iremos al final, pero de momento esta isla también tiene buena pinta. Y si hay bichos raros mejor, asi podemos camuflarnos entre la multitud ;-)

Hombre revenido, el clima tropical sería un sueño, así podría montar el chiringuito de las cahipiriñas sin moverme de país!!

No sé yo si donde hay roce hay cariño o donde hay cariño hay roce, pero alguna relación existe entre los conceptos.