19 marzo, 2009

Incontables.

...Y yo me pregunto:
  • ¿Cuántas conquistas necesitas para sentirte un conquistador?

  • ¿Cuánta libertad para sentirte libre?

  • ¿Cuántos fracasos para sentirte fracasado?

  • ¿Cuántos triunfos para sentirte triunfador?

  • ¿Cuántas aventuras para sentirte aventurero?

  • ¿Cuánta seguridad para sentirte seguro?

  • ¿Cuántas respuestas para sentirte sabio?

  • ¿Cuánta vida para sentirte viejo?

Hay tantos conceptos incontables como almas. Tantas respuestas como personas. Tantas personalidades como respuestas. El alma, el placer, la curiosidad, el desarrollo, la motivación… tienden a infinito. A menos que les pongamos barreras. A menos que nos conformemos con rodearnos de algodón y mostrarnos en una vitrina, como la porcelana de Limoge.

La vida provoca sonrisas, y las sonrisas producen arrugas. Propone opciones, y las opciones llevan a los quebraderos de cabeza. Nos hace soñar, y los sueños que se resisten nos provocan insatisfacción. Propone amar, y amar puede conducirnos después al tormento. Vivir es todo eso y mucho más.

Disfrutarlo, valorarlo, sudarlo, rumiarlo. Nuestro ser es la respuesta a todos los incontables. Nuestra alma es infinita e incontable. Como la vida. Aunque intentamos medirla para atender a esa obsesión humana llamada seguridad. Hay horas que nos parecen segundos y segundos que nos parecen horas. Porque también es incontable. Subjetiva. Como nosotros. Sólo depende de ti exprimirte y exprimirla, hasta el orgasmo.

Incontables las carcajadas, las olas y las cosquillas.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

muuuuuuuuuuy chulo

un hombre sin más dijo...

¿cuántos viajes para sentirte un viajero??

¿cuantos posts, para sentirse escritor? ...

con el permiso de Mr. Dylan: "the answer, my friend, is blowin' in the, wind!"

Después de leerte, no se decir nada más; pero qué se puede decir, cuando tú ya lo has dicho todo??

Ha merecido la pena la espera...

la maru dijo...

Qué bonito, niña! La vida misma es incontable, inmedible, ilimitada. Y a veces deberíamos preguntarnos aquello de: ¿He vivido doce mil días o un día doce mil veces?
(Me has hecho pensar. Gracias)

HombreRevenido dijo...

Cuánta sabiduría y cómo nos la dosificas.

Musa Sosa dijo...

Anónimo, muuuuuchas gracias.

Un hombre sin más, para sentirse escritor harán falta unos 18.000 post más o menos, yo creo...

Gracias!

Maru, si te he hecho pensar ha merecido la pena el post.
Me ha gustado la reflexión; la rutina hace que me haya hecho esa pregunta más de una vez.

HombreRevenido, lo de sabiduría me parece excesivo. El tiempo entre un post y otro puede que también, pero es que últimamente el trabajo me absorbe...

Muuuuchas gracias por tu link!!

Anónimo dijo...

Estimado amigo! Mi nombre es María Rosa López y soy la autora de la foto que has usado como perfil (una empanadilla de peluche que yo misma he confeccionado sobre un plato). Supongo que si está ahí es porque te ha gustado y me siento halagada pero te pediría que la retirases puesto que está bajo una licencia de Creative Commons en mi Flickr (http://www.flickr.com/pinkita), además yo no te he dado permiso expreso para que la utilices.

Esperando que lleves a cabo mi petición. Gracias de antemano.

Un saludo

Musa Sosa dijo...

Hola María Rosa,

He retirado la foto. La puse porque me gustó, pero no me di cuenta que era una empanadilla protegida.

Haces bien, a las empanadillas hay que protegerlas, arroparlas y mimarlas; no nos gusta el frío y estamos a punto de ser declaradas especie en peligro de extinción.

Anónimo dijo...

Muchas gracias!

Un saludo