Muchos días recuerdo nuestros paseos esos sábados al mediodía, después de cerrar, por todas las calles de la ciudad. Una hora de risas y confidencias, comparaciones absurdas, mimos y sueños. Y los paseos por la tarde, también después de cerrar, en verano, por todos los barrios que entonces eran nuevos. El recuerdo me produce una anestesia momentánea y me descubro sonriendo al infinito. Después llega la punzada de dolor, saber que nadie te puede remplazar. Saber que estás a mi lado y no puedo mirarte mucho tiempo sin que me duelas. Verte mirarme como yo te miraba hace años, desde el fondo de tus ojitos de niña.
Una canción: El sitio de mi recreo (A. Vega)
Un lugar en el mundo: Un banco del parque, al mediodia, en Otoño.
Un deseo: Os dejo elegirlo, pero sólo hoy.
7 comentarios:
Querida empanadilla, sigue creyendo en esos paseos, que sigues dando, y piensa que simplemente se han cambiado al igual que las miradas, los papeles, antes tú tenías el bastón, ahora tú eres ese bastón tan especial o quizás más especial aún en quién apoyarse. Es lo que creo.
Ese es uno de mis cuadros favoritos de Van Gogh...
Me encanta
Aprenderemos a mirar de nuevo, sin dolor, con la esperanza, con los recuerdos. Otra forma de pasear, otra forma de disfrutar, pero al fin y al cabo, podemos seguir disfrutándolo. Asi que empanadilla, disfrutalo, aunque no sea del mismo modo que antes. Mira con esos ojos (ojazos) de mujer, que ahora te miran los ojos de una niña.
Por cierto, ya que hoy me dejas elegir deseo: mi deseo es ver una sonrisa en tus ojos
Querido creyente, seguiré creyendo en esos paseos, claro. Muuchas gracias.
Tienes muy buen gusto, Sergio ;-)
Dulcinea, sabes bien que siempre que me mires podrás ver una sonrisa en mis ojos. Lo que pasa que una tiene días que se pone algo ñoña...qué te voy a contar...
Yo, en situaciones de agobio, busco un acantilado del mar o una buena piedra en el rio, me siento, respiro fuerte y me pongo a mirar el agua...simplemente el ruido del mar o del rio me relaja y me hace comprender mejor las cosas. Las cosas son simples, somos nosotros quienes complicamos las cosas.
Busca un acantilado o una piedra en un rio y relajate...besos
último español, el mar me queda un poquito lejos ahora mismo, pero pronto iré a verlo. Es una técnica muy buena, la he utilizado en varias ocasiones. Gracias por recordármela! Besos también para ti.
Mistinguett, tienes razón, esto no es fácil y debemos aprender a disfrutar cada momento y a cada persona. Pero hay momentos que en vez de liarte la manta a la cabeza parece que se te haya enredado en los pies y no puedas dar un paso sin caerte. Pero bueno, cuando te das cuenta te la quitas y la lías a la cabeza y se lía, no hay duda. Muchos muchos besillos.
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