25 febrero, 2008

Semana de Oscar.


Es lunes, llueve, tengo que coger el coche, una visita que promete problemas, conversaciones complejas y Bardem ha ganado el Oscar. No hay duda, la semana tiene que ir a mejor. Esperemos que lo haga rápidamente.
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Mi visita resultó curiosa. He sido testigo de una conversación telefónica en la que mi entrevistado ha decidido cambiar una cita en Moscú por una en Ginebra. Cuando ha colgado se ha dirigido a mi: "Con este catarro no puedo irme a pasar frío, ocho grados bajo cero me pueden dejar fatal". Y lo peor es que no he sentido que me estuviera vacilando. Me he hecho pequeñita pequeñita y me he preguntado si ese señor no tendría un abogado que le cobraba un pastón por resolver sus dudas como para venir a verme a mi...

¿Blogger ha eliminado la posibilidad de cambiar el tipo de letra o sólo me ha quitado a mi la opción y/o el privilegio? ¿Dónde está mi Verdana, señor Google?

Un lugar: Wasintón.

Un deseo: Una mariposa azul.

Una canción: Wind of change (Scorpions

17 febrero, 2008

Todo irá bien.

Alguien me dedicó este video hace unos días. Me fue bien y me encanta escucharlo. Yo se lo dedico también a una empanadilla algo confusa, y espero sacar una sonrisa a más de uno de vosotros.

16 febrero, 2008

El meme de Javi.


Javi me pasó un meme el día 14 y dije que respondería, a pesar de no ser aficionada ni a los memes ni a los Valentines. Pero ahí va, lo prometido, se cumple:

1.- ¿Qué te gustaría que te regalase tu pareja para el día de San Valentín?

No soy aficionada a los "días de", así que nada es una buena opción. Por lo demás aceptaría desde una piruleta con forma de corazón, una casa en Ibiza con forma de corazón, un BMW 120 con forma de corazón, unas castañuelas con forma de corazón... esas tonterías capaces de alimentar sonrisas.

2.- ¿Qué frase le dirías al recibir el regalo?

Gracias, corazoooooooón locoooooooo (esto último cantando).

Yo tengo una pregunta: ¿Por qué se llama meme? Por me menciona, por memelada, por me mentiste, por memería... ¿Por qué?
Ante mis dudas he consultado en San Google, y me ha enviado a la Wikipedia, y yo si Google y la wiki hablan me lo creo todo, asín que esto viene a ser un meme:

"Un meme es, según las modernas teorías sobre la difusicón cultural, la unidad teórica de información cultural para su transmisión de un individuo a otro o de una mente a otra (o de una generación a la siguiente)."

Ahí es ná...yo no paro de darle vueltas... Vendría a entender que es como el corre-ve-y-dile, o como la cuenta la vieja o como los refranes populares o como la canción de Carrascal o la de Mariluz apaga luz, que nadie lo ha leído pero todos la conocen. No sé yo qué decirte, es muy confuso esto...

15 febrero, 2008

Elige tu propia aventura (y V)


La Casa de Fernanda Calma V.


Amaranta salió de la casa y fue a la de Oliverio. Le condujeron a una salita con sofás y ahí esperó a que él llegara. Oliverio apareció con su perfecta indumentaria y la sonrisa confiada de quien había estado esperando, seguro de que algún día, ella iría en busca de las respuestas.

- El Fénix resurgió de sus cenizas. Un placer volver a verte, Amaranta.
Oliverio le besó la mano y Amaranta sostuvo su mirada.

- He venido a buscar la verdad, Oliverio. Mi madre no era la víctima y mi padre no fue el verdugo. Pero sólo yo lo sé.

- A menudo nada es lo que parece. Ni siquiera existe la verdad.

- No quiero filosofía. Quiero respuestas.

- Y las tendrás.

Oliverio se sirvió una copa de whisky y se sentó frente a ella.

- Ni tu madre era perfecta y envidiable ni tu padre era su sufrido y dócil servidor, Amaranta. Hace... aproximadamente 26 años que conozco a Fernanda. Por aquel entonces era una buena amazona, contrató a uno de los mejores profesores para perfeccionar su técnica. Se llamaba Isidro, y era mi hermano. Isidro y tu madre vivieron ese verano un tórrido romance que, desgraciamente, fue descubierto una tarde por tu padre. Nueve meses después de ese verano tu madre dió a luz una niña. Tu padre montó en cólera, a las dos semanas del alumbramiento un mensajero llevó una caja con un lazo enorme, a nombre de Fernanda. Cuando ella lo abrió encontró en su interior una pareja de testículos y un miembro viril, acompañados de una nota: "Que lo disfrutes. De Isidro". Virgilio había encargado el regalo para Fernanda. Ella vivió con el secreto, sin dolor ni arrepentimiento. Yo era el único que lo conocía, así que, la situación me ayudó a conseguir mi actual posición. Mi silencio tenía un precio y era caro. Nunca quise ser un caballero. Fernanda calló pero no olvidó y decidió pagarle a Virgilio como él lo hiciera con Isidro. Pero Fernanda nunca había disparado un arma...


Amaranta salió de la casa y se dirigió a la estación. Cogió un tren hacia el sur. El sol, el mar y la brisa le ayudaron a olvidarlo todo y a ser feliz. Nunca volvió a su casa.

10 febrero, 2008

Elige tu propia aventura IV



La Casa de Fernanda Calma IV


Volvió a su cuarto y se apoyó en la pared, de cuclillas, todo su cuerpo temblando. Pudo escuchar los dos disparos. Los mismos que la despertarían empapada en sudor muchas noches después. Oyó los pasos, los gritos, vio cómo Rebeca la zarandeaba y le gritaba. Oyó el ruido de las sirenas, los pasos de muchas personas por toda la casa. Sintió cómo la cogían, la ayudaban a andar y la conducían por las escaleras, vio la sangre y los ojos de todas esas personas mirando y hablándole. Después sintió cómo la metían en la cama y tragó agua con sabor a talco.

Cuando despertó su cuarto estaba en silencio y el sol se colaba entre las cortinas. Bajó y se quedó en la puerta del salón, donde podía ver los dos ataúdes. Escuchó la explicación que alguien estaba dando en uno de los grupos de personas: “Los celos le cegaron el entendimiento. La mató y después se disparó, viejo loco. No podía soportar que ella fuera un pilar, un referente, ¡una santa!, y él un simple necio que lo único que supo hacer en su vida fue casarse con ella” …

Amaranta no pronunció una sola palabra durante meses. Deambulaba como un fantasma. No habló
cuando Rebeca comenzó a llevar hombres a la casa, siempre después de las ocho, siempre diferentes. Tampoco habló cuando la casa se convirtió en un fumadero de opio nocturno y las almas perdidas de toda la ciudad llegaban alentados por las nuevas amistades de una Rebeca que había perdido el Norte, la esperanza, la dignidad y el deseo.

No habló mientras escuchaba las calumnias hacia Virgilio y las alabanzas a Fernanda.


Ella era la única que sabía que su padre sólo actuó en defensa propia, que era Fernanda la que quería matarle, que después había venido el forcejeo y el azar de un disparo que debía perderse en el techo en vez de impactar en el pecho de Fernanda. Podía imaginar después a Virgilio sosteniendo el cuerpo inerte de su musa, de su reina, de la razón de toda su vida; imaginar cómo no pudo soportar el dolor y el vacío y se disparó un tiro en la sien. No por cobardía, sino por un ciego e incomprensible amor hacia alguien que estaba dispuesta a matarle.

Todo siguió degradándose y corrompiéndose en el interior de Amaranta, amarrada al silencio, al dolor absoluto, a la rabia y al odio como única fuente de supervivencia. Hasta que la serenidad logró volver a cerrar la caja de Pandora en su alma, volver a ordenar imágenes y desatar nudos, oxigenar el alma y proporcionar la base firme sobre la que volver a levantar la fuerza y el coraje, logrando propulsarla hacia delante. Y fue entonces cuando se dio cuenta de que estaba sonriendo, de que podía pensar en su padre y en ella, en todo lo que habían compartido y lo que a él le habría gustado compartir. Fue entonces cuando se acercó al armario y cogió la maleta; la llenó y salió de su dormitorio. Llegó al salón y buscó a Rebeca, con la tenue luz de las velas repartidas por la estancia, entre cuerpos tumbados y liados, entre humo y botellas, risas y murmullos. Cuando al fin la vio fue consciente de cómo había envejecido el cuerpo gatuno de Rebeca en esos últimos meses.

-Rebeca, me marcho.

Y se fue con paso firme hacia el Hall.

…Continuará….Tú decides cómo…

A.- Amaranta va a casa de Oliverio para averiguar el secreto que prometió desvelarle.
B.- Amaranta va a la policía y les explica lo que vio.
C.- Amaranta se va directamente a la estación de tren.
D.- Rebeca le suplica a Amaranta que no se marche.

07 febrero, 2008

Elige tu propia aventura III



La Casa de Fernanda Calma III


- Respecto a ti, Oliverio...

- Respecto a mi... ¿Qué, Fernanda?

- Te maldigo todos los días, Oliverio. Justo antes de mis oraciones.

- Resulta casi excitante oírte decir eso, Fernanda. Yo bendigo todos los días cada uno de tus vicios y cada uno de tus secretos.

- Debo volver a atender a los invitados.

Fernanda escapó de su propia trampa con las mejillas sonrojadas y la rabia contenida en su vientre. Tubo que detenerse, cerrar los ojos y respirar profundamente antes de poder entrar de nuevo, con una espléndida sonrisa, en el salón.

***********

Amaranta se había acostado hacía horas, cuando todos los invitados abandonaron, por fin, la casa, pero seguía dando vueltas en la cama, sin poder dormir. La fiesta había resultado casi más sosa de lo que vaticinó. Esta vez ni siquiera pudo apostar qué nuevo galán caería en las garras de Rebeca. Resultaba obvio que, al menos esa noche, Oliverio debía ganar. Cualquier apuesta habría resultado absurda.

Volvió a pensar en aquella última confidencia de Oliverio "Algún día te contaré la verdad, Amaranta, tú eres la única que merece conocerla y que sabrá mantenerla en secreto toda su vida"

Teniendo en cuenta el escaso interés que despertaban en ella los pretendientes de Rebeca debía reconocer que Oliverio era diferente. Había entre ellos un lazo extraño e invisible que les permitía opinar o reir sólo mirándose a los ojos. Como si palabras inaudibles le desvelaran su pensamiento. Oliverio era un misterio para todos. Pareció surgir de la nada el día que Fernanda lo presentó en la fiesta de compromiso de su hermana Mercedes. Su pasado se dispersaba en un continuo deambular por los cinco continentes. Oliverio, por supuesto, sucumbió a la mirada felina de Rebeca, a sus movimientos gatunos y a su voz de sirena de Ulises; lo importante en Rebeca no era lo que decía, sino cómo lo decía.

Amaranta se incorporó, tenía la boca seca y decidió bajar por un vaso de agua a la cocina. Pero al llegar al umbral de la puerta se detuvo. En su interior pudo ver la escena con claridad, sin que nadie se percatara de su presencia. Comenzó a respirar con dificultad, las piernas le temblaban, se tapó la boca y volvió sobre sus pasos, apoyándose en las paredes para no caerse al suelo...

...Continuará...tú decides cómo...

A.- Amaranta ha visto a Virgilio manteniendo relaciones sexuales con el ama de llaves.
B.- Amaranta ha visto a Fernanda apuntando a Virgilio con un arma.
C.- Amaranta ha visto a Oliverio manteniendo relaciones sexuales con Fernanda.
D.- Amaranta ha visto a la cocinera despellejando y cortando en trocitos a su gato (porque Amaranta tenía un gato).
La encuesta aparece a la izquierda del texto.

05 febrero, 2008

Elige tu propia aventura II


La Casa de Fernanda Calma II

La fiesta transcurría como lo hacían todas las creaciones de Fernanda, de un modo apacible y programado. Todo en punto, todo en orden. Todo, excepto Ruperto; Fernanda se preguntaba qué había salido mal en ese buen partido seleccionado con su exquisita eficiencia para su primogénita. Cada día se emborrachaba antes y en mayor grado. Podía verle zarandeándose por el salón, estropeando la atmósfera perfecta que había imaginado para ese día.

Salió del salón en busca de Mª de las Mercedes, que había subido a acostar al pequeño Frodo, para hacerle bajar y llevarse discretamente a su marido al dormitorio, antes de que cometiera cualquier estupidez.

Ruperto estaba tan borracho que ya podía olvidar todo aquello que no le dejaba respirar ni vivir. Podía olvidarse de él y de su vida entera junto a Mª de las Mercedes. Estaba tan eufórico que creyó ciegamente que podía cambiar su vida o, al menos, escupir sobre la falsa imagen de perfección que se respiraba en cada rincón de esa casa. Se acercó a Oliverio y se apoyó en su hombro susurrándole al oído:

- Si quieres volver loca a Rebeca la noche de bodas debes manosear sus tetas con fuerza mientras la follas lentamente y lamerle un lunar que encontrarás justo detrás de su oreja.

Oliverio agarró a Ruperto con fuerza del brazo y le condujo al exterior por la puerta que se abría al jardín. Una vez ahí le miró a los ojos, con una sonrisa en los labios:

-¿Crees que eres el único que se folla a Rebeca? Ruperto, no eres sólo ridículo, eres patético. Creo que en el salón podrás encontrar al menos cuatro hombres más con los que comentar cómo gime cuando te la estás follando. No me mires así, ¿Crees que soy imbécil? Rebeca sólo quiere salir de esta casa y yo sólo quiero el dinero y los contactos suficientes para poder vivir de la venta y exposición de mis cuadros, o de las rentas, si no confías en mi capacidad artística...Nuestro matrimonio es un acuerdo, un contrato, una sociedad de bienes gananciales en toda regla. Yo gano dinero y ella libertad. Un pacto perfecto.

- Rastrero y barato. Digno de un bastardo como tú.

- Vaya, vaya, Ruperto, pero si hasta pareces un caballero... No me dirás que no te estás follando a Rebeca sino que le haces el amor...como a Mercedes... Sigues los pasos de Virgilio, en diez años sólo serás el reflejo de un hombre agarrado a las faldas de su dueña.

- ¡Hijo de puta!

Ruperto se abalanzó sobre Oliverio en el mismo momento que alguien salía de la sombra de uno de los setos del jardín.

-¡Basta! Ya habéis hablado bastante. Se acabó el espectáculo.- Fernanda se aproximó a los dos hombres.

-Ruperto, sube a buscar a Mercedes y marchaos a vuestra casa inmediatamente. Respecto a ti, Oliverio...

....Continuará....Tú decides cómo...

A.- Fernanda obliga a Oliverio a despedirse amablemente de los invitados y decide cancelar la boda.
B.- Fernanda obliga a Oliverio a abandonar la casa en ese mismo instante y le prohíbe volver a ver a Rebeca.
C.- Oliverio puede chantajear a Fernanda porque conoce algunos secretos inconfesables de su vida.
D.- Fernanda conocía la avidez sexual de Rebeca y quiere seguir adelante con la boda para conseguir así quitársela de encima y guardar las apariencias.
(La encuesta aparece a la izquierda del texto).

04 febrero, 2008

Elige tu propia aventura I.



La casa de Fernanda Calma (I).


Parecía un ángel.

Fernanda caminaba hacia el altar, su pelo rubio infinito cayendo sobre un vestido blanco que dejaba al descubierto sus clavículas, su cuello delgado, sus hombros estrechos. El andar tranquilo de una Reina y esos inmensos ojos azules que hipnotizaban.

Virgilio Pazos esperaba junto al altar, con la mansedumbre de una oveja. Sus ojos oscuros extasiados en la contemplación de esa diosa que le había elegido a él entre cientos. La boca seca, las manos entrelazadas y sudorosas. Incapaz de asimilar el orgullo y la responsabilidad de despertar todos los días de su vida junto a la diosa. Su desesperada entrega, dispuesta a satisfacer los incontables deseos de su musa de artistas.
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Treinta años después Virgilio debía recordar ese momento de César a las puertas de Roma para seguir adelante. Agotado, extenuado, desprovisto ya del más mínimo orgullo y de la mínima porción de si mismo. Sólo le quedaba su eterna lealtad a la diosa, su entrega febril y enfermiza a la Mantis Religiosa que no tenía fondo ni piedad.

Tres hijas; Mª Mercedes y Rebeca, brillando con la luz de Fernanda, tan altivas y caprichosas como ella y su única creación; Amaranta. La brisa fresca en ese mundo de reinas sin corona. La satírica y rebelde Amaranta.

Virgilio pensaba todo esto mientras sostenía su copa de whisky, en la biblioteca de su mansión, a la espera de la llegada de los 150 invitados que testimoniarían el compromiso matrimonial de su hija Rebeca con Oliverio, hijo del marqués de Cornuelles (título perfecto para definir la aparentemente envidiable vida conyugal de su portador, infeliz bufón de esa clase aristocrática adicta a los chismes de salón, donde toda noticia indiscreta e indecorosa corría como la pólvora sin llegar nunca a oídos de su protagonista).

El ruido de la puerta corredera sacó a Virgilio de sus reflexiones. Fernanda apareció en el umbral:

- Los invitados empiezan a llegar, debemos bajar a recibirlos. Por una vez te ruego que te comportes como el Marqués de Bisbal que eres y no como uno de tus criados. Y haz el favor de anudarte bien la corbata.

- Bajemos.

En el Hall de entrada a la mansión estaban ya sus dos hijas solteras, Rebeca y Amaranta y por la puerta entraba Mª de las Mercedes con Ruberto Javier, su marido y lacayo, al servicio de su insoportable primogénita y su hijo de dos años, Frodo.

La casa estaba envuelta en el tumulto de las grandes ocasiones; el trajín del personal de servicio de la casa era frenético, se oían los motores de los coches aparcando en el exterior y el ruido de la orquesta probando los instrumentos en el majestuoso salón.

Virgilio comenzó a sudar, Amaranta sonreía distraída, Rebeca permanecía inalterable junto a Mª de las Mercedes y el pequeño Frodo, Ruperto miraba de soslayo el culo de las criadas que pasaban de un lado a otro sin parar y Fernanda observaba a todos y apretaba los puños, rezando porque esa noche nada se estropeara.

…Continuará…tú decides cómo…

A.- Amaranta escapa con un músico de la orquesta del que se enamora instantánea y ciegamente.
B.- Ruperto Javier se emborracha y confiesa ser amante de Rebeca.
C.- Virgilio decide marcharse de la casa para rehacer su vida.
D.- Fernanda obliga a Oliverio a confesarle a su padre que es un cornudo para demostrar el amor que siente por Rebeca.

03 febrero, 2008

Carnavalesco.


Ayer fue sábado de Carnaval. Había que salir. Y se salió. Muchachiteamos el rato que Muchachito nos dedicó y bareamos el rato que Maese Alcalde nos dejó.

Alguien me dijo que tenía que hablar aquí sobre lo difícil que resulta beber, fumar, llevar todos los complementos del disfraz, corear las canciones, hablar y bailar mientras intentas mantener el sitio en un concierto. Pues lo digo. Es complicado, amigos, pero más complicado tuvo que ser para el Adoquín del Pilar que vimos en el concierto…

Hay un rumor popular en la noche de Carnaval que siempre me ha llamado la atención; ese de que te puedes liar con la/el más fea/o de tu barrio sin enterarte y estar arrepintiéndote el resto de tu vida… me pregunto yo de qué iría disfrazado el susodicho elemento, vamos, que esto no es Río de Janeiro ni Venecia…que aquí la gente máscaras no solemos utilizar… “Me tiré al hombre de la máscara” “Vamos-no-me-jodas”

Personalmente siempre me ha parecido una manera muy rastrera y mezquina de decir: “Yo lo único que quería era mojar el cacahuete, pero necesitaba una excusa para tirarme a lo primero que menease el culo delante de mí y sin querer rebajé el listón que mi físico imponente debe mantener” “Vamos-no-me-jodas”.

Por último la empanadilla informa que mañana comienza una saga de “Elige tu propia aventura”, (idea sustraída íntegramente del genuíno blog de Hombre Revenido , eso sí, con su consentimiento.) La saga lleva por título “La casa de Fernanda Calma” y seréis vosotros quienes decidáis con vuestros votos cuáles serán las hazañas de la familia.




Un lugar: El bombo de Muchachito.

Un deseo: Un caramelo de menta.