Este verano está muy raro.
Por un lado tenemos el viento; no sé a quién se le ha ocurrido abrir su particular caja de Pandora pero que la vaya cerrando que los demás mortales no somos culpables de su curiosidad. Por otro lado, el frío. ¿A qué viene esto? Dos días calor, uno lluvia, tres frío...¿Estamos todos locos o qué?. Así no hay quién se queje de calor ni de frío; no da tiempo. Vas destemplado todo el día.
Y qué decir tiene que a estas alturas todavía no tengamos una o dos o tres canciones del verano; esas que, en mi opinión, las productoras lanzan por joder a la población. O eso o es que la población en verano se agilipolla (harto probable también; yo conozco unos cuantos ejemplos de este fenómeno de agilipollamiento estival, sólo preocupante cuando llega a mantenerse hasta Navidad).
Por pura curiosidad he estado buscando posibles canciones veraniegas. Tras desechar a Pablo Carbonell por motivos personales (cada vez que lo escucho hablar me cae peor), al Koala y Manolo Escobar por motivos de higiene mental básica y a Cleopatra Stratan (que reconozco que casi, y digo casi, hasta me gusta) porque habla raro, me quedo con este pedazo de portento llamado La madre del topo y su canción: Mariposas. Sin comentarios.
Por un lado tenemos el viento; no sé a quién se le ha ocurrido abrir su particular caja de Pandora pero que la vaya cerrando que los demás mortales no somos culpables de su curiosidad. Por otro lado, el frío. ¿A qué viene esto? Dos días calor, uno lluvia, tres frío...¿Estamos todos locos o qué?. Así no hay quién se queje de calor ni de frío; no da tiempo. Vas destemplado todo el día.
Y qué decir tiene que a estas alturas todavía no tengamos una o dos o tres canciones del verano; esas que, en mi opinión, las productoras lanzan por joder a la población. O eso o es que la población en verano se agilipolla (harto probable también; yo conozco unos cuantos ejemplos de este fenómeno de agilipollamiento estival, sólo preocupante cuando llega a mantenerse hasta Navidad).
Por pura curiosidad he estado buscando posibles canciones veraniegas. Tras desechar a Pablo Carbonell por motivos personales (cada vez que lo escucho hablar me cae peor), al Koala y Manolo Escobar por motivos de higiene mental básica y a Cleopatra Stratan (que reconozco que casi, y digo casi, hasta me gusta) porque habla raro, me quedo con este pedazo de portento llamado La madre del topo y su canción: Mariposas. Sin comentarios.
Sería un escándalo hablar de este tema sin terminar con el gran Georgie Dan; el rey en estas lindes, que al parecer también intenta hacerse un hueco este año: "Quien critica la canción del verano, critica al pueblo" ....yo ya me callo pues... "Oh, pueblo, plebe enardecida que escucha los ritmos afrodisíacos de este gurú del agilipollamiento de masas, nunca osé molestaros."
3 comentarios:
Empanadilla!, nadie te ha dicho nada sobre este tema; qué pena!...Yo siempre estoy a tu lado y por eso te escribo algo. Por cierto, cómo calienta el sol aquí!.
Seguro que a más de uno se le ocurre alguna canción del verano...a mi se me ocurre alguna "acción para el verano", jeje.
besos
Último español, ahora aquí también calienta el sol. Llegó tarde pero con fuerza por fin...
A ti se te ocurren acciones de verano, primavera, otoño, por la mañana, por la tarde, en la piscina, en el cine, en el campo...jejeje ;-)
Pásalo bien por esos pueblos quasi olvidados!
empanadilla.... con micrófono!
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