Me gustó la idea del prolífico y divertido Hombrerevenido y decidí apuntarme a eso de los microrelatos. Con todos los pecados. Y ya van cuatro (será por pecar!).
Ahora quiero compartir mis pequeñas contribuciones a ese mundo del pecatus pecatorum con vosotros. Así empiezo con el primero, la pereza, esa pequeña gran compañera.
Asumí sus normas. Acepté el collar. Las caricias a deshora y las miradas lánguidas. Lamo la mano que me alimenta. No necesito pensar para vivir. Me dejé adiestrar y capar; dominar y reprimir. Soy dócil, no idiota. Es sólo que aprendí a copiar al dictado las líneas que componen los renglones torcidos de mi existencia. Guardo mi libertad entre la guata de mi colchón. Hace tiempo decidí prestarle mi vida, evitándome así un molesto y continuo conflicto interior que me dejaba aullando toda la noche.
Si vosotros también queréis pecar, unos cuantos seguimos haciéndolo, esta semana con la Soberbia.
2 comentarios:
Gracias por la publi gratis (porque es gratis ¿no?).
Cuéntalo todo, cuenta que ganaste el concurso.
Hombre revenido, ¿quién dijo gratis?
Es que si cuento que gané este tendré que decir que perdí los otros tres...y claro, a veces es mejor callarse...
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