29 noviembre, 2008

Cambio de plantilla.


Las empanadillas también mudamos la piel. Como los árboles de hoja caduca. Como los gusanos de seda. Como mi abuela cuando se bañaba los domingos.

La empanadilla perdida también se lava algunos días y ahora se cambia la plantilla y sale a lucir los nuevos colores.

La empanadilla perdida de mayor será una croqueta. Mucho más fina. Y más casera.

Y eso.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya cambio. Me gusta.

karlos dijo...

Ni se te ocurra, una empanadilla siempre orprende por denfro frente a la croqueta que ves de que va, una empanadilla esta rellenada doblada y cerrada con el cariño necesario para que quede perfecta, mientras que una croqueta esta amasada

HombreRevenido dijo...

La higiene (física y mental) es muy importante, eso estupendo.

Me acostumbraré al nuevo look.
Cambios drásticos de aspecto y aliño... ¡y sin esperar a Nochevieja!

Anónimo dijo...

Que mona, a la vez que sencilla y elegante, me encantas con tu nueva muda, jaja

Musa Sosa dijo...

Gracias empanadillamad(re).

Karlos, bueeeeno, me lo pensaré antes de convertirme en croqueta. Aunque eso de que te amasen...mmm..me da un gustirrinín pensarlo...jeje

Hombrerevenido, acostumbrarse queda como...como... si no hay más remedio...jeje.

Para Nochevieja sólo pensaré cosas sucias, nada de higiene.

Creyente, gracias, discreta siempre, ya ves.

Dulcinea del Potosí dijo...

De mayor....Mucho más fina. Y más casera. ¿¿¿Y más redonda???¡¡¡

Además, yo tamibién prefiero que no estés amasada, que no te formen como ellos quieren, dándote vueltas y vueltas hasta que quedas "perfecta".

Muy bonito lavado de cara, porque el interior no lo has lavado, eh¡, mi lindo gatito. Sique igual de "potito"¡

Musa Sosa dijo...

Dulcinea, eres un solazo. No sé si tú lo sabes, pero yo sí.

Un besazo, guapa.