Me gusta el azúcar en terrones; mojarlo lentamente hasta que cambiaba de color, del blanco inmaculado al marroncito café, rascarlo con la cuchara e intentar echar exactamente medio terrón, volviendo a envolver el restante. Pasaron de moda los terrones. Ahora añado todo el sobre de azúcar, sin pensarlo.
Los juguetes se reinventan. Los niños son iguales. Los de ahora y los de antes. Los de aquí y los de Sebastopol.
Las juergas se reinventan. Las drogas se reinventan. Los métodos educativos se reinventan. Los adolescentes siguen temiendo y buscando sustancialmente lo mismo, desde hace años.
Modas. Pasajeras.
Yo soy sustancialmente la misma. Perdida en mi propia Scary Movie; parodiando escenas de ensueños (o de pesadillas), que resultan ridículas en el plano realidad. Rebuscando en el cajón de los zapatos de mi madre, a la caza del tacón de aguja con el que posar en el espejo; aunque me quede grande, aunque esté viejo, aunque no sepa ni caminar con ellos.
Ayer me quejaba de que faltaba gente por llamarme y alguien me dijo que me había pasado de moda. Me reí. Y después me removí. En el fondo, aunque sólo sea un poquito, hay gente que sabe cómo joderte.
Mantengo mi base; independiente de modas, tallas y edades. Perdiendo. Esperando. Desafiando. Ganando. Retando. Abrazando. Escuchando. Escribiendo. Rodando. Soñando. Bebiendo. Desvariando. Cuidando. Despreciando. Admirando. Sumando. Deseando.
26 octubre, 2009
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6 comentarios:
A lo mejor cada día somos más tonterrones. Es buena señal. Más dulces y manejables.
Suerte con los gerundios, Empanadilla. Aunque escribas menos sigues siendo imprescindible, estando loca perdida.
Pichiflower, para tus empanadillas preferidas JAMÁS TE PASARÁS DE MODA.
Además...
Si no existieras, ¡¡tendríamos que inventarte!! ;-)
Pd. Creo q ni necesitas los tacones de aguja, considero que mantienes una línea muy chic, a la vez que elegante y personal.. (jo, esto parece sacado de la cosmopolitan.. jeje).
Bueno, que la belleza de dentro... se trasluce siempre por fuera!
Comparto tus ideas. Y comparto tu 32 de azúcar. Y también sensacioness del paso del tiempo que despedazamos el sábado. Y ahora que lo pienso, tengo tú 23 de tensión.
No cambies nunca.
Hombrerevenido, tonterroncillos perdidos somos. Pero manejables no, sólo dulces.
Gracias por seguir leyendo a empanadillas locas.
Última terroncilla, jope, muda me dejas con semejante comentario azucarado!! Un besote, lokuela.
Empanadillamadre, he de ir a recoger mi 23 de tensión, en mente lo tengo, en cuanto lo pase a la acción te digo. El sábado hubo momentos blanditos, sí, menos mal que los despedazamos!!!jeje
Uy que suerte empanadilla yo como ya he llegado a empanada mayor del reino me pasé de vueltas y se me olvidó el 23, el 32 y el más importante.....el 25.
Gracias Salas. Para ser empanada mayor seguro que hay que ser antes mairalesa. Así que, como no hemos sido mairalesas siempre seremos empanadillas, aun cuando se nos caega la dentadura postiza jejej
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