Ella le pidió que la llevara al fin del mundo.
Él volvió del coche con la guía Campsa entre sus manos.
La situación se presentó tan evocadora, tan práctica y tan real, como insalvable.
El mundo se mueve a ritmo frenético. Las personas son cada vez más listas, se cuidadan más, resisten más. TODAS??? No. Existe un pequeño reducto todavía sin bífidus, sin esteroides, sin psicólogies ni prozac. Quieres descubrirlo? Únete y serás una más de las últimas empanadillas.
4 comentarios:
Poco romántico este chico...
Más bien práctico, sí. Con los pies en la tierra, vaya. De todo tiene que haber en el mundo, claro.
A ver si se te va a llevar al fin del mundo, se pierde entre tus dedos y luego no te nos sabe devolver¡¡¡Nada, nada, os vais con la guía Campsa por si aca.
Anónimo, que no, que no, que yo con la guía Campsa no me voy al fin del mundo, que para estar de vuelta a los dos días...no sé...casi que me quedo oyes
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