La felicidad es un tema que trae de cabeza a investigadores, psicólogos, sociólogos, personas de mal vivir, eruditos, santos, chinos, deportistas, fontaneros... en fin, a toda la especie humana en sus múltiples variedades.
Porque claro, lo que es la felicidad animal es, aparentemente, bastante más asequible; todos tenemos imágenes mentales revoloteando por los pliegues de nuestro cerebro: Un perro - un hueso, un gato - una pescadilla, un toro - una vaca, un coyote - un correcaminos, en fin, felicidad inmediata. Aunque los mejores son los peces; menuda ventaja vivir sin memoria. Te meten en una pecera y hasta puedes ser feliz. Es lo que tiene.
El caso es que yo iba a hablar de la felicidad humana. He encontrado artículos al respecto que vuelven a desvelar que no tienen ni idea de dónde se regula eso, si tirando para Matalascañas o para Zamora.
Según un artículo del Sr. Francisco Mora, el cerebro no estaría diseñado para alcanzar la felicidad. Él habla de la felicidad encontrada en el recogimiento espiritual y la no interacción con el mundo, recogiendo la filosofía del Mahabarata Indio. Algo, por otra parte, bastante difundido en nuestra sociedad occidental; vendría a ser como el "fffff yo paso", "me la sopla", "me la trae al pairo", "que les den por saco", "no me vengais a mi con ostias"...en fin, filosofía de la calle que se puede escuchar a diario. Resumen de una teoría oriental que los monjes recrean en casetas y levitación (la aplicación práctica es lo de menos). Ni sientas ni padezcas, a lo peor pasas por este mundo sin enterarte, pero serás feliz, que es lo que buscabas ¿no?.
Luego está el famoso Eduardo Punset. El gran espeleólogo cerebral. Al parecer en su primera inmersión gris encontró el alma, pero no vio clara la fuente de la felicidad ni el elixir de la eterna juventud, por lo que, como los exploradores africanos buscaron desesperadamente el lago Victoria, él sigue buscando. Parece que va por buen camino. Su último libro se titula "Viaje a la felicidad", si lo compráis leedlo entero, que al final igual es sólo un chico pintando la raya blanca de la carretera (si no entendeis esta broma es que sois demasiado jovenzuelos para leer este blog, a la cama ahora mismo, o que no veíais la tv de niños)
En fin, el chico de la foto dice que busca su oso. Yo creo que realmente está buscando la felicidad, que nunca sabes dónde la dejas. Y luego te aparece desparejada, como los calcetines. El gran misterio de la escurridiza felicidad y los calcetines impares.
Yo a ese chico de la foto le diría dos cosas:
¿Tienes memoria de pez?. Pues sal de ahí abajo que le arañamos al tiempo unos segundejos de felicidad.
5 comentarios:
Parecerá una tontería, pero creo que para obtener la Feliciad no tendríamos que tener nada, cosas materiales, ni sentidos, ni...ya que siempre (mientras vivimos) estamos deseando algo (normalmente ajeno) y por eso nunca llegaremos a un estado de felicidad plena...Aunque la salud, el dinero y el amor ayudan bastante, pero nunca es plena, siempre queremos más.
Según mi antiguo profesor de filosofía, el hombre va siempre encaminado en la busqueda del 'arjé'... y que es el arjé? aunque el seguramente me hubiera suspendido simplemente por ser yo, de sus apuntes se deduce que es la felicidad absoluta, que nunca se llega a alcanzar. El hombre cuando es feliz digamos que es como si alcanzara un nivel, y su deseo es subir al siguiente nivel.. y así hasta el infinito. Debido a nuestro propio egoismo... en teoría no alcanzaremos nunca la felicidad absoluta (pensamiento interno: "aunque... tal vez "ella" me la proporcione)
Besitos Empanadilla, y espero que la felicidad sea un hecho permanente en ti.
Mi cita preferida respecto a la Felicidad. Breve; pero muy intensa.
"Sólo es Feliz, quien hace un mundo más Feliz.
Sólo conoce la alegría quien sabe regalarla. Sólo vive, quien hace vivir"
Yo pienso que la felicidad ni se busca, ni se define, ni se tiene que escribir libros y libros sobre ella: LA FELICIDAD SE SIENTE. PUNTO Y PELOTA!!!.
Riki Lopez definia la felicidad en "cortar un tomate por la mitad y comerselo", en lo mas usual en lo mas cotidiano puede estar la felicidad.
mucha felicidad
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