Cumpleaños feliz.

Hoy la Última Empanadilla cumple un añito. Qué tierna la empanadilla.

Cuánto hay de ella y cuánto de mi en cada una de las entradas creadas y firmadas en estos 365 días es algo que me cuestiono en ocasiones. Cada uno de los que merodeáis con mayor o menor asiduidad por estas páginas respondería a esa misma pregunta de uno modo diferente, de eso no me cabe la menor duda.

Todo empezó como una puerta al deseo de evasión y libertad que recorre mis venas sin que ni yo haya querido ni nadie haya podido ponerle freno (al menos, por el momento) y poco a poco se fue convirtiendo en una excusa para explorar, para redefinir, para crear. Una nueva forma de crecimiento, una especie de reto extraño que no obliga ni impresiona, pero acompaña y algunas veces sorprende. Porque he firmado textos que me han sorprendido, textos que me han hecho reír, incluso alguno que casi me ha hecho llorar.

La Empanadilla es un personaje que me ha ayudado a conocer a otros personajes y a acercarme a otras personas (tal vez incluso un poquito a mi misma). Personalmente es una tía que me cae bien. En ocasiones se pone un poco ñoña, en ocasiones un poco chulita y en ocasiones tontorrona, pero sólo es porque algunas veces es difícil regular los mandos de la cocina y se quema o se queda cruda o el relleno resulta demasiado espeso.

Por último gracias a todos vosotros. A los que la habéis linkado y a los que no, a los tutoriales personalizados, a los comentarios, a los que leen y no escriben, pero sonríen, a los que la tienen en favoritos, a los que no la tragan. Gracias a todos, porque la empanadilla no sería nada sin todo eso.

Un lugar: El ciber espacio.

Un deseo: Muchos años.

Una canción: Cumpleaños feliz...