Me planteo a menudo la forma en que algunos radicales parecen querer manejar nuestra sociedad, tan plural, tan compleja. Me planteo la forma en que algunos comprenden la libertad.
Me resulta graciosa la foto de ayer en todos los periódicos aragoneses. La toma en consideración de la reforma del Estatuto Aragonés obtiene la bendición del Congreso de los Diputados con una amplia mayoría. Sonrisas y felicitaciones.
Aragón es otra hermana podre que ha perdido la herencia. Aragón es como Extremadura, como Castilla la Mancha, como todas esas regiones que son portadoras de emigrantes. Sin peso político suficiente, sin capacidad económica de presión.
Varias veces he escuchado o leído, en algún documental de historia, Reino de Cataluña, la primera vez pensé si en algún lapsus mental había olvidado algún fascículo de la Historia. El hecho de que se permitan estas denominaciones, cuando todavía se tiene la documentación y el poder histórico para decir la verdad, me hace entender muchas cosas, por ejemplo, por qué todavía no saben dónde nació o dónde enterraron a Colón, entre otras muchas.
En estos tiempos en que las diferencias lingüísticas (que nos venden como valor cultural e identidad de un pueblo) se utilizan como barreras y como arma arrojadiza, me entristece pensar lo pequeña que es la mente de los radicales. De esos que hablan de la puta España, de esos que no van a ver películas españolas, de esos que hablan de Franco como la razón de sus principios anti españolistas, y que parecen no darse cuenta de que son como él. Porque sí, señores, en una tierra docta en libertad, plural y europeista como Cataluña, te pueden denunciar si no pones los rótulos de tu tienda en catalán. Porque ahora si vas al País Vasco más vale llevar un GPS o un diccionario si tienes que localizar el centro ciudad porque no hay quien entienda los carteles.
Así que, regiones ricas, no me habléis de pluralismo, de integración ni de Franco (que, por cierto, murió hace más de 25 años, afortunadamente) por favor. Habladme de dinero y de competencias y habladme de insolidaridad. No pretendais que os aplauda si olvidais por el camino que buena parte de vuestra población ha nacido en esta tierra y si sois vosotros los que considerais que el resto de la península no puede aportaros nada, sólo vivir a costa de vuestra riqueza.
Me resulta graciosa la foto de ayer en todos los periódicos aragoneses. La toma en consideración de la reforma del Estatuto Aragonés obtiene la bendición del Congreso de los Diputados con una amplia mayoría. Sonrisas y felicitaciones.
Aragón es otra hermana podre que ha perdido la herencia. Aragón es como Extremadura, como Castilla la Mancha, como todas esas regiones que son portadoras de emigrantes. Sin peso político suficiente, sin capacidad económica de presión.
Varias veces he escuchado o leído, en algún documental de historia, Reino de Cataluña, la primera vez pensé si en algún lapsus mental había olvidado algún fascículo de la Historia. El hecho de que se permitan estas denominaciones, cuando todavía se tiene la documentación y el poder histórico para decir la verdad, me hace entender muchas cosas, por ejemplo, por qué todavía no saben dónde nació o dónde enterraron a Colón, entre otras muchas.
En estos tiempos en que las diferencias lingüísticas (que nos venden como valor cultural e identidad de un pueblo) se utilizan como barreras y como arma arrojadiza, me entristece pensar lo pequeña que es la mente de los radicales. De esos que hablan de la puta España, de esos que no van a ver películas españolas, de esos que hablan de Franco como la razón de sus principios anti españolistas, y que parecen no darse cuenta de que son como él. Porque sí, señores, en una tierra docta en libertad, plural y europeista como Cataluña, te pueden denunciar si no pones los rótulos de tu tienda en catalán. Porque ahora si vas al País Vasco más vale llevar un GPS o un diccionario si tienes que localizar el centro ciudad porque no hay quien entienda los carteles.
Así que, regiones ricas, no me habléis de pluralismo, de integración ni de Franco (que, por cierto, murió hace más de 25 años, afortunadamente) por favor. Habladme de dinero y de competencias y habladme de insolidaridad. No pretendais que os aplauda si olvidais por el camino que buena parte de vuestra población ha nacido en esta tierra y si sois vosotros los que considerais que el resto de la península no puede aportaros nada, sólo vivir a costa de vuestra riqueza.
Una canción: Sonajeros (Dusminguet)
Un lugar en el mundo: Huesca.
Un deseo: Que los radicales no detengan la libertad.
2 comentarios:
No entraré en intereses políticos, pero la unión hace la fuerza y a este paso...todo DESUNIÓN, es decir, un fracaso.
De seguir así, me voy a vivir a mi tierra de veraneo donde todavía puedo escuchar como cantan los pájaros...añoro esa tranquilidad, ese tipo de vida.
Por cierto, aunque alguno se rasque las vestiduras: ES UN ORGULLO SER ESPAÑOL, ESPAÑA es el mejor pais para vivir
Último español, que te me alteras!! Ya sabía yo que no podrías dejar de comentar este tema.
Siempre se añora lo que no se tiene, más cuando se conocen las dos cosas, la tranquilidad y el ruido.
Publicar un comentario