25 octubre, 2011

Cumpleaños feliz.

Hoy no leo periódicos, ni escucho la radio ni veo el noticiero televisivo. Hoy quiero mirar el mundo con la inocencia con que vine a él. Desnuda y rosada.

Vuelvo a dar gracias por mi sonrisa informada y transparente. Con la insatisfacción de una pulga saltarina, de una pierna a la otra, de un bocado al siguiente. Respiro la vida, ora fría como un témpano ora cálida como un abrazo. Enriquecida con cada bocanada de oxígeno que alimenta mis células. Sorprendida con los escenarios imponentes que rodean nuestros pasos, en este viaje fugaz.


Doy gracias por esas personas maravillosas que voy encontrando en el camino. Por ese atadijo de recuerdos capaces todavía de estremecerme, de hacerme sonreír, de recordar cómo me gusta ser y por qué. Por las canciones que me envuelven entre notas imprescindibles. Por los olores que me transportan a universos paralelos. Por los abrazos grandes. Por los besos pequeños.


Sólo quiero seguir creciendo, arrugando mi ensamblaje cada vez que algo me haga reír o llorar, dándolo todo por creer que, realmente, hay instantes en los que soy libre y soy Yo. Por ver felices a esas personas imprescindibles, ésas, las que me hacen sentir.


Mi vida sólo es lo que creo que es. Por eso hace tiempo decidí creer que es maravillosa. Y realmente lo percibo así sin taparme los ojos, aunque alguna vez necesite apretar un poco los puños.